La Diputación sigue pasando con muy buena nota su labor para mantener la red viaria de Bizkaia y los futuros proyectos de grandes construcciones que tiene en cartera. Así lo confirma la encuesta foral que cada año efectúa el departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial y que dio el lunes a conocer su titular, Imanol Pradales.

Entre la abundancia de datos destacan cómo las dos grandes infraestructuras en las que está involucrado el ente foral, la prolongación de la Variante Sur Metropolitana hasta Arrigorriaga para conectarla con la autopista AP-68 y el futuro corredor bajo la ría entre Getxo y Sestao, cuentan con el aval mayoritario de los 3.000 conductores entre los que se realizó el trabajo de campo.

Sobre la primera, también conocida como Supersur, casi siete de cada diez encuestados creen necesaria esta conexión y que cuando entre en servicio, a principios de 2023, mejorará mucho o bastante la movilidad en el entorno de la A-8 y los túneles de Malmasín.

Sobre el funcionamiento del tramo en servicio de la Supersur, ya hace nueve años, crece ligeramente la valoración general hasta los 6,7 puntos, siendo las vecinos de Enkarterri, Ezkerraldea y Txorierri quienes mejor lo valoran, dándole más de un 7 de nota. En cuanto a aspectos concretos, recibe una nota de 8 por su seguridad; un 8,02, por su comodidad y rapidez; un 7,9, por la amplitud de carriles y arcenes, y un 7,71 por la iluminación.

Por lo que respecta al futuro subfluvial viario que aportará una alternativa rápida al actual puente de Rontegi, los encuestados lo creen necesario de forma inapelable. Dan una puntuación de 8,05, siendo 0 Nada necesario y 10 Totalmente necesario. Incluso el 84,3% de las personas cree que el túnel bajo la ría ayudará a mejorar el tráfico en el territorio. La cifra casi es idéntica entre los que opinan que sería bueno que esta infraestructura integre, además del tráfico rodado, un transporte público.

43% de usuarios de autopistas

Y cada vez se eleva más el número de usuarios de las autopistas de pago. Casi 43 de cada cien preguntados utilizan estas infraestructuras de peaje, un porcentaje que ha crecido en 1,5 puntos respecto a 2019, un dato que Pradales calificó ayer de “curioso”, en la medida en que, aunque en términos absolutos los tráficos han caído, en términos relativos las autopistas se “han utilizado, en plena pandemia, un poquito más que el año anterior”.

La conexión rápida hacia Gipuzkoa sigue siendo la de mayor tráfico: casi siete de cada diez personas usuarias de las carreteras de Bizkaia pertenecientes al programa Bidesaria hacen uso de esta carretera de peaje. La Supersur le sigue, con un 16,5% de los conductores, mientras los túneles de Artxanda reciben el 16,1% del uso de las vías de pago vizcainas.

A este cada vez mayor uso de las autopistas sin duda ayuda la puesta en marcha del Bono 30 que establece un gasto máximo de 47,74 euros al mes en los peajes. Una iniciativa foral que se valora con un 7,47. Según especificó el diputado foral, son casi 21.000 los conductores acogidos en el programa Bidesaria que recoge esta tarifa plana, lo que ha provocado que la devolución media se haya incrementada durante el presente ejercicio hasta 51,99 euros.

Un notable de nota que se repite al alza, con 7,88 de media, en la valoración del conjunto del carreteras del territorio. Lo más alabado es la limpieza de la red viaria, con 8,90 puntos, y lo que menos, el impacto medioambiental, con 7,7 puntos, esta última algo más baja que en años anteriores. Pradales calificó de “muy buena nota” esta valoración y reiteró que persiste “la tendencia al alza de los últimos años”. Lo razonó en base “al esfuerzo que se hace en la Diputación en tareas de conservación, mejora y mantenimiento de las carreteras”, recordando que esa labor supone una inversión de más de 54 millones al año.