Los últimos 25 años han sido un carrusel de cambios. Del pago en metálico se ha pasado a un mayor uso de nuevas maneras de abono de las compras, en las que el contactless . Y ahí surgió la barik, la tarjeta sin contacto que permite desde 2006 pasar las canceladoras del Metro. Comenzó en el suburbano pero esta modalidad de pago se ha ido extendiendo a otros transportes como los autobuses de línea como a Renfe Cercanías o el Tranvía.

Una de las señas de Metro Bilbao desde su puesta en marcha ha sido la accesibilidad ya que en todas las estaciones hay ascensor para acceder a la calle como a los andenes. Las últimas incorporaciones en esta materia tienen que ver con las personas mayores, con dificultades de movilidad y embarazadas para quienes están reservados los asientos grises de los vagones. Además, se han ido eliminando los asientos abatibles para que aquellas personas que entren a los trenes "en sillas de ruedas o portando carritos de bebé pueden hacerlo de una forma más ágil y cómoda".

Cambios

Pero estos 25 años también han dado paso a novedades. Desde los inicios se permitió la entrada de perros guía pero las mascotas tenían prohibido su entrada en Metro Bilbao. En 2010 se cambió la normativa y perros y gatos de menos de ocho kilos pueden viajar en este transporte, siempre y cuando lo hagan en receptáculos adecuados y sin ocupar un asiento.

En una sociedad donde la tecnología tiene tanta importancia, la conectividad es imprescindible. Y Metro Bilbao no ha sido ajeno a esta situación y el 23 de diciembre de 2014 puso en marcha una red wifi que comenzó en la estación de San Mamés y paulatinamente se ha ido expandiendo a otras estaciones.

Y para que a golpe de clic se tenga toda la información, la página web de la entidad y la aplicación móvil dan la opción a los usuarios de consultar frecuencias, dudas, etc. Un cuarto de siglo en el que la adaptación a las demandas de la sociedad ha sido vital para su éxito.