I el perro quería salir de casa a pasear ayer a las 8.00 de la mañana. Cuatro horas después, camino a la plaza del metro de Algorta estaba todo vacío y los cuatro gatos que había buscaban la sombra. Incluso en la panadería, una mujer metía la cabeza en el frigorífico de los helados con la excusa de buscar uno para su nieta. La playa, al contrario que el pueblo, estaba bastante llena. Y no era para menos, Bizkaia se encaminaba hacia los 40 grados.

Un grupo de turistas que realizaban el Camino de Santiago habían hecho un alto en su camino para pasar el día en la playa. “Hemos venido a bañarnos y a refrescarnos un poco”, comentaron para explicar por qué habían desviado su ruta hasta el pueblo costero. Les pareció que seguir ayer dicha travesía sería demasiado caluroso.

Sin duda, no fueron los únicos que decidieron disfrutar de la playa. Con la marea favorable y los socorristas recordando cada poco que “la temperatura ambiente es de 38 grados (a las 12.00 del medio día), la temperatura del agua está a 21 grados y la bandera verde indica baño libre”. Aún así recordaban una y otra vez el uso obligatorio de las mascarillas en todo momento, menos cuando los usuarios tuvieran intención de bañarse. La gente estaba más que a gusto en la playa. En familia, entre amigos e incluso solos con un buen libro.

Jon y Markel decidieron ir a la playa a entrenar. Practican un deporte llamado calistenia, basado en poder levantar durante unos minutos el propio peso de su cuerpo y mantener el equilibrio. A pleno sol se ejercitaron junto a la playa de Ereaga. “La ola de calor la llevamos bien, al final hacemos deporte y nos bañamos cada poco”. Así sobrellevaban uno de los días más calurosos de la historia en Bizkaia. Solo torcían el morro cuando les recordaban el uso obligatorio de las mascarillas: “Ahora mismo no se puede llevar. Es imposible entrenar con la mascarilla puesta, no te deja respirar y menos con este calor.”

Un día con más de 40 grados en Bizkaia puede resultar para muchos el infierno en vivo y en directo. Sin embargo, fue especialmente agradable para unos jóvenes getxotarras que disfrutaban de una de sus tradiciones preferidas: lanzarse del Sireno. “Es el mejor día del año... Para uno que hace bueno...”, aseguró uno de los jóvenes de Algorta que disfrutaba tirándose desde las escaleras y los muretes del Puerto Viejo, haciendo todo tipo de piruetas.

Unos cientos de metros más allá, la gente en la playa disfrutaba, pese a que el uso de las mascarillas se convertía en agobiante y sofocante. Incluso alguien reconoció que se la quitaba de vez en cuando porque sino “es imposible” soportar el calor que reinaba al mediodía en Ereaga.

Una ciudad ardiente

Con los termómetros marcando 44 grados en el centro de Bilbao, con más dificultades para ir a la playa, fue un día difícil. Hacer deporte, seguir las rutinas o incluso ir a trabajar antes del ansiado largo fin de semana fue duro y complicado para muchos.

Una mujer se abanica en el centro de Bilbao bajo un termómetro que marcaba 44 grados.

A primera hora de la tarde, encontrar a gente por la Gran Vía era misión imposible. La principal arteria del botxo poco veces había estado tan vacía. El calor subía del asfalto y se hacía uno con el que había en el ambiente, lo que era prácticamente imposible de soportar.

En los alrededores de San Mamés, donde siempre hay turistas haciéndose fotos, ayer no había casi nadie. Un grupo de tres amigos sentados en la terraza de un bar a la sombra comentaban que “la ola de calor no ha sido tan mala dentro de la oficina con aire acondicionado”. Unas mujeres sentadas en la mesa de al lado opinaban lo contrario. Estas no habían corrido la misma suerte de disfrutar de un buen aire acondicionado y comentaban que “si a la ola de calor le sumas la mascarilla, es realmente agobiante”.

Los datos lo advertían

Euskalmet avisó el miércoles que ayer sería uno de los días más calurosos y sus predicciones se cumplieron. Fue uno de los días más calurosos en la historia de Bizkaia.

Galindo, en Sestao, marcó ayer la temperatura mas alta en Bizkaia con 43.3 grados de máxima. Otras localidades vizcainos le siguieron de cerca, Mungia alcanzó los 42,6, Aranguren se fue hasta los 41,5 grados. Lugares como Amorebieta, Balmaseda, Berna, Berriatua, Derio, Galdakao, Iurreta, Muxika, Sangroniz y Sodupe también vieron como el mercurio superaba con creces los 40 grados.

El resto de Bizkaia, a pesar de no llegar a los 40 grados, también sufrieron los rigores de un clima extremo con 38,9 grados en Abusu, 39,2 en Getxo, Elorrio e Igorre compartieron 39,5 grados mientras que en el cabo Matxitxako alcanzaron los 39 grados.

Los vizcainos más afortunados fueron los de Orduña, donde solo disfrutaron de 33,5 grados.

La estación de Galindo, en Sestao, alcanzó a primera hora de la tarde la temperatura más alta de Bizkaia, con 43,3 grados

Sombras, baños en el mar y aire acondicionado fueron elementos fundamentales para combatir los sofocos provocados por el calor