El teléfono de la sede de Meatzaldeko Behargintza no para de sonar. Al otro lado, gerentes de pymes, de establecimientos comerciales, hosteleros y de servicios y autónomos en busca de ayudas institucionales para superar el bache del coronavirus, conviven con desempleados que buscan oportunidades en su bolsa de trabajo y cursos de formación. "Ahora mismo estamos sobre todo a las ayudas", señala su director. Ángel Medina.

¿En términos generales, en qué situación llega a esta fase 2 de la desescalada el tejido económico de Meatzaldea?

—Hay sectores muy complicados, como puede ser el del comercio en el que tenemos dos partes. Por un lado, el sector de la alimentación ha salido incluso reforzado porque, si me apuras, se ha bajado más a comprar productos en el establecimiento de cercanía para evitar las colas de los supermercados. Por otra parte, todo el resto del comercio, desde el textil, moda y complementos, servicios personales y demás, que tenían género que no han podido sacar o trabajo que no han podido desarrollar, y que ahora con la reapertura con las medidas de seguridad y con las ayudas económicas y actuaciones como los bonos comercio que se han anunciado, se van a poner en marcha en la comarca, confiamos en que se vayan recuperando.

¿El comercio minorista no esencial y la hostelería han sido, pues, los grandes afectados en la comarca?

—La hostelería lo está pasando muy mal porque los aforos autorizados no garantizan condiciones de rentabilidad y el comercio depende del consumo familiar y su decisión de apoyar el comercio local en detrimento de otros canales de venta.

¿Y qué destaca del sector servicios?

—El sector de servicios personales, en cuanto han levantado la persiana están trabajando bien. Me refiero a peluquerías y demás servicios, con la excepción, tal vez, de los masajes al ser un tema de mayor contacto. Los servicios personales están funcionando bien, aunque las limitaciones por las desinfecciones exigidas hacen que tengan menor número de clientes en el mismo horario.

¿También los autónomos como los gremios han empezado a superar la cuesta del cierre obligatorio?

—Es un sector, el de los gremios tradicionales, que también está recuperando bien. En realidad, ya tenían carga de trabajo que simplemente debieron suspender y ahora están retomando.

¿Y la industria tan relevante en la zona minera?

—El tema de la industria está bastante complicado, especialmente para todas las actividades relacionadas con el mundo de la automoción o aeronáutica , que son más significativas en otras comarcas que en Meatzaldea, o con el tema de los Erte que ha puesto en stand by a gran número de trabajadores. Bien es verdad que se han producido problemas de liquidez que se han empezado a atender con programas ICO o los fondos del Gobierno vasco avalados por Elkargi y ahora va a haber un programa de microcréditos para autónomos y pymes auspiciado por Diputación. En el caso de las empresas con falta de carga de trabajo, normalmente ya han tramitado los Erte y ahora muchas están recuperando trabajadores de esta situación, aunque depende mucho de cada actividad.

¿A qué sectores se refiere?

—En el caso de Meatzaldea, aquí tenemos una mayor variedad y la energía está experimentando un mayor peso porque es un área en el que se está especializando un poco más la comarca que, además, acogerá el campus tecnológico de Abanto Zierbena, que va a tener un efecto tractor. Ya hay empresas situadas en los diferentes lugares de las escaleras de valor de la energía que están funcionando mejor y más que vendrán.

¿Parece una expectativa no tan negra como podía preverse?

—Hay otros sectores que están recuperando actividad y recuperando gente del Erte -por ello no se han incrementado tanto las cifras de paro-, aunque habrá que ver lo que pasa cuando acaben los Erte de fuerza mayor y en su caso las empresas podrán solicitarlos por causas objetivas de producción y venta o se lleven a cabo posibles despidos.

¿Por municipios hay diferencias?

—No existe especial afección en la crisis respecto a los municipios de Meatzaldea. Donde se hubiera notado de una manera sensible hubiera sido en Muskiz con Petronor, pero no ha cerrado y su problemática es más de producción ante la caída del consumo, aunque la empresa está cada vez más diversificada.

¿Cómo valora el papel que están teniendo los ayuntamientos ante este panorama?

—Han sido los que primero han reaccionado, porque conocen el tejido empresarial, por proximidad y cercanía. Nosotros como Behargin tza hemos hecho las bases y la gestión de las ayudas municipales para Ortuella y un borrador de normativa de Trapagaran. En Ortuella había que registrar las ayudas a través de la sede electrónica del Ayuntamiento y ahí hay un problema, ya que muchos autónomos y comercios carecen de certificados digitales para tramitar las ayudas on-line. Así que Behargintza ha utilizado su propio certificado en representación de terceros para gestionar, revisar y agilizar más de cien solicitudes.

"Muchos autónomos y comercios carecen de certificados digitales para tramitar las ayudas 'on-line"

"Los ayuntamientos han sido los que por proximidad primero han reaccionado a la situación de crisis"

"La industria va resolviendo la liquidez, pero la carga de trabajo determinará las cifras del paro del covid"