La Diputación de Bizkaia se ha marcado como objetivo garantizar que todas las personas mayores que viven en una residencia puedan mantener el contacto con sus familiares, a pesar de las restricciones de las visitas impuestas por el estado de alarma decretado para luchar contra el coronavirus. Con este objetivo, el ente foral ha aprobado una partida de 160.000 euros para que los centros residenciales puedan adquirir tabletas electrónicas para realizar videollamadas, esos mensajes de aliento que son tan necesarios tanto para los mayores como para sus familiares y amigos.

Asimismo, se pondrá en marcha una campaña de inspección para comprobar que todas las familias reciben cada 48 horas la llamada de un profesional del centro para informarles de la situación de sus seres queridos. Asimismo, se comprobará que cada persona mayor recibe cada cinco días una llamada o videollamada familiar.

La Diputación Foral de Bizkaia ha remitido una instrucción a los centros residenciales en la que subraya, siempre dentro del marco de la suspensión generalizada de visitas, “la obligación de garantizar el derecho a la comunicación de las personas usuarias y, también, el derecho de las familias a obtener la información que en cada momento resulte de interés”. El ente foral considera que la limitación o suspensión de las visitas “puede tener un importante impacto en el bienestar emocional, físico y social de las personas usuarias y también de las familias”

En este sentido, considera que el aislamiento físico “no puede justificar, en ningún caso, el incumplimiento del derecho que tienen las personas a comunicarse con el exterior y sus familias”. Por este motivo, considera primordial que los centros garanticen las visitas en las excepciones establecidas y, para los casos de suspensión, que activen mecanismos de comunicación por medios distintos a los presenciales.

Para facilitar el ejercicio de ese derecho de comunicación en este escenario extraordinario, el Departamento de Acción Social ha aprobado una línea de subvenciones de 160.400 euros para financiar la adquisición de tablets que permitirán la conexión por videollamada con las personas que viven en centros residenciales de personas en situación de dependencia o discapacidad, bien tengan plaza pública o privada. Se subvencionará la adquisición de una tableta electrónica por cada 25 personas usuarias en cada residencia, con el mínimo de una tableta por residencia. La subvención alcanzará al 80% del precio de adquisición de las tabletas, con los límites de 400 euros por tableta y 4.000 euros por centro.