- El hombre de 37 años que resultó herido el pasado lunes en el barrio barakaldarra de El Regato por los disparos efectuados por agentes de la Policía local de Portugalete, cuando estos intentaban repeler un intento de atropello con un coche robado conducido por la víctima, continúa ingresado en estado grave en el hospital de Cruces, según informó el Departamento vasco de Seguridad.

El sospechoso recibió un disparo en la cabeza y la bala quedó atrapada en la cavidad craneal, por lo que los servicios médicos del hospital de Barakaldo trataban ayer de extraerla.

En el mismo incidente falleció una mujer de 35 años, compañera sentimental del herido, también tiroteada, que viajaba de copiloto en el coche sustraído, que intentó arrollar a los agentes.

Los hechos comenzaron el lunes alrededor de las 18.00 horas, cuando una patrulla de la Policía local de Portugalete localizó un turismo Opel Vectra que constaba como sustraído el domingo en Barakaldo. La patrulla, a la que se sumó un segundo vehículo policial, siguió al coche robado hasta El Regato, donde los agentes interceptaron el coche.

Tras bajar de los automóviles policiales, el conductor del vehículo robado intentó arrollarlos, por lo que los policías efectuaron varios disparos que acabaron con la vida de la copiloto del vehículo, una mujer de 35 años con antecedentes policiales por delitos contra la propiedad.

Uno de los agentes jarrillero implicado en el tiroteo sufrió un ataque de ansiedad, por lo que también requirió asistencia sanitaria en el lugar de los hechos.

La Ertzaintza inició el mismo día de los hechos una investigación para determinar las circunstancias del incidente y se hizo cargo de las armas de los policías locales.

A solas. Un hombre de 33 años ingresó en prisión provisional por orden judicial, como presunto autor de un delito de agresión sexual, después de ser detenido por la Er-tzaintza. Los hechos de que se acusa al sospechoso tuvieron lugar a primera hora de la tarde del pasado domingo, en un gimnasio de Bilbao. El encarcelado, entrenador en el citado gimnasio, se ofreció a dar un masaje a una clienta que padece un problema muscular. El entrenador citó a la clienta a primera hora de la tarde, cuando no había nadie en el gimnasio, momento que aprovechó para perpetrar la agresión.