Será una iniciativa pionera e innovadora; un espacio en el que convivirán 140 jóvenes y mayores, con espacios comunes en los que compartir actividades, vivencias y valores. El centro intergeneracional que se ubicará en Getxo, impulsado por la Diputación y el Ayuntamiento de la localidad, abrirá sus puertas en 2023 con el objetivo de dar una respuesta a la necesidad de emancipación de los jóvenes y los nuevos modelos asistenciales que piden los mayores. "No queremos que jóvenes y mayores cohabiten; queremos que convivan, tender puentes entre generaciones y mejorar la cohesión intergeneracional", destacó el diputado de Acción Social, Sergio Murillo.

El responsable foral compareció ayer ante las Juntas Generales para dar cuenta del convenio que la Diputación firmará con el Ayuntamiento de Getxo para la puesta en marcha de este centro. Se trata, según explicó Murillo, de un espacio que dará respuesta en dos ámbitos. Por una parte, a la necesidad de plazas residenciales para personas mayores dependientes en Getxo, "donde ni siquiera hay plazas concertables en los niveles que necesitaríamos". Las personas mayores, además, demandan hoy en día otros modelos de atención, diferentes a las residencias convencionales que además suelen estar alejadas de los centros urbanos. "Los servicios que se les ofrecen a las personas mayores deben evolucionar hacia nuevos perfiles, expectativas, necesidades y capacidades. Y el momento es ahora, antes de que la generación del baby boom, con una cohorte mucho más grande que las que hoy necesitan cuidados, lleguen a esa edad", advirtió el diputado foral.

En el otro lado está la necesidad reducir la edad de emancipación de las personas jóvenes, que en Euskadi inician un proyecto de vida independiente nueve años más tarde que en los países nórdicos, según los datos aportados por Murillo, y apenas el 17% de ellos se emancipan antes de los 30 años. "Getxo no es una excepción", remarcó.

El centro, que ocupará la parcela en la que hoy en día se ubican la Nagusien Etxea y el antiguo euskaltegi municipal, en la calle Lope de Vega, en Romo, albergará cuarenta apartamentos dotacionales para jóvenes y cien plazas para personas mayores en situación de dependencia de grados 2 y 3, lo que lo convierte en una iniciativa "pionera en Bizkaia, en Euskadi y en el Estado". Se completará con espacios de uso común que permitirán desarrollar una propuesta de cohesión y convivencia intergeneracional, abierta al barrio y a todo el municipio. Este es, precisamente, uno de los aspectos que más cuidarán las instituciones y en el que ya se trabaja. "No es una suma de servicios, debe ser una nueva respuesta integral", destacó Murillo. "Queremos tender puentes entre generaciones y mejore la cohesión social e intergeneracional". Se trata de que los residentes en el centro intercambien "formas de comprender y valores", favoreciendo de esta forma el entendimiento mutuo y la superación de posibles estereotipos entre ambas generaciones.

Para ello, han encontrado en la ciudad holandesa de Deventer un ejemplo a seguir, que visitaron el pasado agosto. Jóvenes conviven allí con 150 personas en situación de dependencia, en un centro en el que participan 200 voluntarios y en el que se han puesto en marcha una treintena de experiencias convivenciales. "El centro está abierto, hay asociaciones que participan y desarrollan actividades dentro del mismo. Esto es lo que estamos dibujando nosotros en Getxo", ilustró el diputado de Acción Social. "Es una oportunidad para contribuir a una sociedad más inclusiva, cohesionada y que dé respuesta a las necesidades y expectativas de las personas reduciendo la distancia entre las generaciones".

Casi 13 millones de euros La inversión rondará los 13 millones de euros, de los que la Diputación aportará 9,9 millones y el Ayuntamiento de Getxo tres, además de la cesión de la parcela durante 75 años. Una vez firmado el convenio se encargará a Azpiegiturak la licitación del proyecto, que estará ultimado para mediados del próximo año. A partir de ahí, se tendrán que licitar las obras, con una duración estimada de veinte meses, por lo que se prevé que el centro abra sus puertas en 2023.

Desde la oposición, EH Bildu consideró "interesante y positivo" el proyecto, aunque advirtió de la necesidad de abrir procesos participativos "con los propios jóvenes, mayores y la comunidad" para garantizar su éxito, destacó Arantza Urkaregi. Tanto Elkarrekin Podemos como el PP mostraron sus "dudas e inquietudes" respecto a la iniciativa, tanto sobre cómo se garantizará el intercambio generacional como por su ubicación en la Nagusien Etxea.