Zalla - Pocas veces a los lectores se les presenta la suerte de dialogar cara a cara con los autores de esas historias que enganchan hasta altas horas de la noche o que hacen desear que el viaje al trabajo dure más para conocer qué aguarda a los personajes en las próximas páginas. Pues en Zalla ha sucedido, y por partida doble. Las escritoras Toti Martínez de Lezea y Verónica García-Peña han presentado sus libros en la kultur etxea. Ambas novelas enraizadas en la localidad, una porque describe las supersticiones en torno a la brujería que tan familiares resultan y la otra porque su autora es del municipio.

Aunque "marché a La Rioja a los 24 años" y ahora esté afincada en Gijón, la periodista y socióloga Verónica García-Peña se siente en casa cuando llega a Zalla. Tanto es así que en sus libros predomina una atmósfera más bien oscura y suele llover a modo de guiño "a aquellos viajes de autobús que hacía desde la Universidad del País Vasco hasta aquí", compartió con los asistentes al club de lectura sobre la primera de las dos publicaciones con las que alcanzó la final del premio Planeta. "Esto es una carrera de fondo", les confesó al rememorar cómo "al quedarme en el paro hace diez años me dije: esta es la mía, y me enfrasqué en la escritura". Publicó en Amazon y "para demostrarme a mí misma que tengo calidad envié El ladrón de sueños al Planeta". Repitió con La isla de las musas "porque quería demostrarme que no había sido casualidad y en 2017 logró el cuarto puesto. Se trata de su última novela "publicada", matizó, porque ya ha dado forma a otra "que me ha salido muy triste, con una historia de las que duelen, ambientada en Palencia; prefiero escribir sobre lugares que conozco". Respecto a su rutina de trabajo, están "los escritores brújula, que conciben una idea y van hacia ella y luego estamos los escritores mapa, que sabemos en cada momento el paso que vamos a dar en la trama" para lo cual realiza apuntes en un corcho. "Cuesta encontrar agentes literarios", respondió a la pregunta de si le gustaría tener una presencia estable en las librerías.

Cazas de brujas Las obras de Toti Martínez de Lezea son fijas en las estanterías de muchos establecimientos con presencia literaria. En la más reciente, "pregunté por Internet a la gente a ver de qué les gustaría que versara mi siguiente libro y ganaron por goleada las brujas y la Inquisición", así que se puso manos a la obra. Ya había escrito La herbolera, "pero me interesaba el tema de los jueces civiles" sobre el que ha construido a la protagonista de Hierba de brujas: Loredi "la séptima hija de siete niñas a la que nadie quiere" y que se verá envuelta en luchas de poder en la Nafarroa del siglo XVI.

En Zalla, "vuestra Lucía de Aretxaga", a la que la leyenda convirtió en bruja, encajaba en el perfil vulnerable a las denuncias ante la Inquisición: "mujer, soltera y serora (beata), que se encargaba limpiar y cuidar las iglesias y a las que acusaban entonces de engatusar al cura".