GETXO. Los trabajos de restauración del órgano han sido dirigidos, efectivamente, por el maestro organero Alejandro Turanza e impulsados por un grupo de feligreses de la parroquia y personas aficionadas a la música. Las tareas han tenido un costo de 60.000 euros, de los cuales el Ayuntamiento de Getxo, a través de la escuela de música Andrés Isasi, ha financiado 6.000.
Como explica Txema Batarrita, portavoz de la comisión de reparación del órgano, se trata de un instrumento construido en 1908 en los talleres Manufacturas de Grandes Órganos J. Merklin & Cie, de París. En aquella época, valió 28.500 pesetas y fue donado por José Antonio de Uriarte y Sustacha. Es de madera de roble y en su interior cuenta con más de 1.500 tubos construidos en una aleación de estaño y plomo. Tiene dos teclados manuales de más de 56 notas y un pedalier de 30 notas. En su interior tiene tres fuelles de piel animal que han sido totalmente renovados en esta reparación, así como el ventilador eléctrico silencioso que los alimenta. Las labores se han extendido durante 18 meses. El problema estaba en “todo el sistema de alimentación del aire, como fuelles, portavientos...”, según aclara Turanza, que también indica que esta es la primera gran intervención que se hace en el instrumento en sus 111 años de vida.
“No se trata de una puesta a punto o una reparación simple, porque eso sería tirar el dinero; si haces un acondicionamiento no sirve de nada. Entonces, hay que abordar una restauración por fases y así, con un mantenimiento correcto, dispones del órgano otros ochenta o noventa años”, comenta el especialista. De este modo, la operación efectuada se ha centrado en el sistema de alimentación del aire, castigado por el propio uso y paso del tiempo. “De momento no se ha tocado nada de las neumáticas y mecánicas de notas porque eso no está dando problemas, pero será una fase a realizar cuando se pueda y cuando el órgano empiece realmente a dar problemas ahí”, admite Turanza con vistas a una futura intervención.
extraordinario El órgano de la iglesia San Nicolás de Bari es de gran calidad. “Si lo comparamos con un coche, sería un Rolls Royce”, asegura Turanza. “Hace años dije que es una obra de ingeniería tan importante como el Puente Colgante y no me retracto en ni una palabra”, considera Javier Campo, que publicó un libro sobre este instrumento y que también ha estado involucrado en este proceso de reparación. La alcaldesa getxotarra, Amaia Agirre, también valora esta pieza. “Getxo es, junto a Bilbao, el municipio vizcaino con mayor riqueza patrimonial en el mundo del órgano. Son varios los que podemos destacar, como el de San Nicolás, de estilo romántico y de especial mención; el de la Iglesia de Andra Mari, románico-tardío, y que se trajo de la Iglesia del Corpus Christi; o el órgano de Las Mercedes, de estilo neo-barroco, procedente del Teatro Real de Madrid”, reconoce la primera edil.