Bilbao - La segunda edición del Barakaldo Truck Festival, una concentración de camiones Bridgestone, reunió ayer en las campas de Ansio a un total de 200 camiones clásicos y modernos. Por un día, los transportistas de todo el Estado aparcaron los remolques y sacaron a pasear sus impresionantes cabinas. Las había de todos los colores, con lemas, nombres... Todas eran únicas y no es para menos, ya que muchos la consideran su primera casa. “En estos dos últimos años he cenado más veces con mis hijos que en toda su vida”, dijo José Luis Bueno, un camionero que hace dos años decidió poner punto final a las rutas internacionales para poder pasar más tiempo con su familia. “Los viajes son muy duros. En Europa el invierno se lleva mal, pero al final te acostumbras”, apuntó. Bueno confesó que es una profesión dura y poco valorada, es por este motivo por el que cree que cada vez más jóvenes aparcan su sueño de conducir un camión.

Algunos se conforman con un vehículo, pero Javier Martínez ya va por el cuarto. “Llevo más de 30 años conduciendo camiones. Si me lo quitan me muero. Mi padre me transmitió esta pasión y todavía sigo. Con este es el cuarto que tengo y no se puede comparar con los de antes. Ahora vienen muy bien preparados. Tengo nevera, dos camas, televisión...”, contó. En algunos de los trayectos su mujer ha sido su mejor acompañante. “Ahora ya con hijos no hacemos tantos viajes y como hizo mi padre, yo también les he trasmitido mi pasión, pero prefiero que no se dediquen a esto”, comentó aunque su mujer, Ane Rivero, confesó que no ha llevado mal que su marido haya estado de un lado para otro. “Tampoco ha hecho rutas muy largas así que he estado tranquila porque sé que era ir y volver”.

Una cita que se consolida El pasado año fue la primera cita de esta concentración de camiones que acogió a 127 camioneros de todo el Estado y que este año ha alcanzado los 200. Jonathan Blanco, uno de los impulsores de esta iniciativa que nació en una charla entre amigos, confirmó que el próximo año volverá a repetirse. “Un día estábamos hablando y surgió el tema de que por qué no organizábamos una concentración de camiones porque no hay ninguna. Fuimos animando a más gente y está funcionando muy bien”, contó.

La cita también supuso una ocasión inmejorable para los aficionados del mundo del motor. Muchos quisieron fotografiar algunos de los modelos de camión más singulares e incluso hablar con los propios camioneros. Así, la segunda edición del Barakaldo Truck Festival llega a su fin tras exhibir modelos clásicos como el Ebro o el mítico Pegaso, americanos y camiones en circulación tuneados y decorados con la técnica de la aerografía.