Bilbao - Recuperar El Pobal para la ciudadanía fue una actuación prioritaria para la Diputación de Bizkaia desde la década de los 90. Tras varios años de trabajos, la ferrería se abría al público hace 15 como museo vivo y centro de interpretación. La misión era sencilla y a la vez complicada: difundir la vocación ferrona del Territorio Histórico, su historia y su legado material y cultural. Desde entonces, 215.000 personas han visitado El Pobal; se han realizado más de 10.500 visitas guiadas y ha habido más de tres mil demostraciones con la maquinaria de la ferrería funcionando.

Para conmemorar esta efemérides, la institución foral fortalecerá la labor divulgativa que recuerde a la población de Bizkaia su pasado ligado al hierro. Ayer mismo quedaba inaugurada la exposición Burdinoletan zehar. Bizkaia, territorio ferrón que, por primer vez, reúne documentación e imágenes inéditas de las ferrerías de toda Bizkaia, resultado del trabajo de investigación desarrollado por el museo durante los últimos años.

Además, tal y como indicó la diputada de Cultura y Euskera, Lorea Bilbao, a lo largo de los próximos meses se organizarán charlas y nuevas rutas temáticas, y verán la luz dos libros. En palabras de Bilbao se trata de una exposición que ofrece una selección de los mejores vestigios de esta industria del hierro “que tanto ha contribuido a forjar la identidad de Bizkaia, su economía, su paisaje y su cultura”.

Y es que el legado ferrón en el conjunto del Territorio Histórico es rico y variado, pero escasamente conocido. Burdinoletan zehar brindará a la persona visitante -y revisitante del museo- la oportunidad de descubrirlo. Para asombro de muchos, hubo más de 200 ferrerías y quedan restos de entidad de cerca de 70 distribuidas por casi todos los rincones de la geografía vizcaina.

La exposición mostrará las características que comparten muchas de esas instalaciones preindustriales y, a la vez, pondrá el énfasis en ejemplos excepcionales, aquellos que destacan por su singularidad. La muestra aporta, asimismo, documentos históricos inéditos. Destaca la colección de dibujos de cerca de 30 ferrerías vascas, realizados entre 1907 y 1919, que se custodian en el Archivo Foral de Bizkaia.

También podrá visionarse el vídeo Burdinura que introducirá a las personas visitantes a la exposición. Tres intensos minutos que sus creadores, Santi Yaniz y Antón Lazkano, definieron como “un viaje emocional desde el monte Kolitza [en Balmaseda] hasta el Golfo de Bizkaia, un viaje que evoca el periplo del agua que hace hierro, a través del paisaje industrial cultural del Barbadun”. A partir de ahí los contenidos de la exposición se desarrollan invitando a la persona visitante a mirar y admirar el patrimonio ferrón desde diversos ángulos.

Se muestra, por ejemplo, el magnífico repertorio arquitectónico de las ferrerías de Orozko; se descubre el legado en forma de modernas presas que el ilustrado Villarreal de Berriz diseñó a lo largo de la cuenca del río Lea. También se podrá conocer la ferrería hidráulica más antigua de Bizkaia (Bengola en Munitibar) del siglo XIV; la actuación que ha sacado a la luz la ferrería de Urtubiaga, en Ea, hasta hace poco inaccesible por la vegetación que la cubría; o la que permite admirar hoy los imponentes restos de la fundería de Olabarrieta, en Sopuerta, ejemplo de la renovación que algunas instalaciones ferronas experimentaron en el siglo XVIII para sobrevivir. La exposición reserva un espacio destacado a las ferrerías que sobrevivieron a la revolución industrial, manteniéndose en activo en pleno siglo XX: Lebario (en Abadiño) y Pobal, las últimas de una tradición centenaria.