Gernika - Una Bizkaia “digna, solidaria y feminista” fue la apuesta de la candidata a diputada general de EH Bildu, Bea Ilardia, quien rechazó “parches temporales” y apostó por “planteamientos de luces largas” para garantizar la calidad de vida y los derechos de los ciudadanos de Bizkaia. “Como segunda fuerza, venimos con propuestas sólidas, serias y prácticas que permitan dar respuesta a los principales problemas que hoy tenemos en el territorio, porque creemos que en Bizkaia se puede vivir mejor. Tenemos los recursos y el potencial necesario, tan solo necesitamos utilizarlos bien”, manifestó la candidata de la coalición soberanista.

Ilardia se mostró convencida de que “es posible lograr una Bizkaia digna, una Bizkaia donde estén garantizados los derechos de todas las personas que viven aquí, una Bizkaia solidaria y feminista en la que nadie quede atrás, una Bizkaia justa en la que avancemos en la mejora de la calidad de vida”. Como fórmula para combatir la actual tasa de paro y los empleos precarios, la candidata de EH Bildu apostó por una economía “sólida, diversificada y de futuro. No nos podemos permitir que siga proliferando un modelo laboral basado en la temporalidad y la precaridad, que hace inviable tener un proyecto de vida”. En este sentido, advirtió de que Bizkaia “no puede perder el tren de la recuperación industrial”, ya que “allí donde la industria es más fuerte y sólida, la calidad de vida de las personas es mucho mejor”, y lamentó que las políticas de los últimos años “han convertido Ezkerraldea en un desierto industrial”. Para ello, argumentó, es imprescindible fomentar la innovación. “En un mercado que se basa en la reducción de costes, puede ser uno de los únicos elementos que nos salven y que permitan que nuestra industria sobreviva. No podemos ni debemos competir en una liga basada en la cantidad; tenemos que apostar por una industria de calidad, ahí sí podemos y debemos destacar”. Ilardia planteó medidas como “reindustrializar las comarcas”, dando uso a los suelos industriales de Ezkerraldea y Mea-tzaldea, y recuperar otros como La Vega de Gernika o La Baskonia de Basauri; crear un fondo de 50 millones de euros para ofrecer un protocolo integral a las empresas en crisis, o aplicar “de forma rigurosa” la norma foral contra las deslocalizaciones.

También abogó por un impulso “sostenible” del sector primario y rechazó la política de atracción de eventos que “fomenta los principales problemas que tenemos en el empleo, como la temporalidad y la precaridad”. La candidata de EH Bildu afirmó que “no estamos en contra de las infraestructuras”, pero matizó que deben responder a las necesidades de la ciudadanía: “¿Tiene mayor prioridad la ampliación de la Supersur que el derribo del viaducto de Rekalde? ¿Es más prioritario el proyecto del subfluvial de Lamiako que mejorar los accesos a Bermeo o cubrir La Avanzada a su paso por Leioa? Tenemos que apostar por los proyectos que se basen en la rentabilidad social y por infraestructuras que jueguen a favor del transporte público”.

Ilardia criticó las “carencias palpables” en materia de transporte público -“vivir en Lea-Artibai o en Busturialdea no tiene que ser un motivo para tener una menor frecuencia de bizkaibuses”, advirtió-, frente a las que planteó un plan integral sostenible desde el punto de vista social, económico y medioambiental. También se mostró muy crítica con respecto a los servicios sociales, en los que, dijo, “no se cumplen los mínimos establecidos en el Plan Estratégico” y pidió acabar con la subcontratación de los mismos.

Para garantizar los recursos públicos, planteó una fiscalidad “que sea realmente justa y progresiva”, con medidas concretas como eliminar las exenciones del Impuesto de Sociedades “para evitar la elusión fiscal”, convertir el Impuesto de Patrimonio en un Impuesto de las Grandes Fortunas y establecer impuestos a los servicios on line y las grandes superficies. “Mientras mediante las rentas del trabajo se han recaudado 64 millones más, vía Impuesto de Sociedades se han recaudado 21 millones menos. Es decir, mientras los trabajadores pagamos más, las empresas con beneficios pagan menos. Y creo que no podemos decir que ese sea un sistema justo”.

Citó la gestión de los residuos y la transición energética como los retos más importantes en medio ambiente. “Son muchos los retos que Bizkaia tiene por delante. Son muchas las cosas que hay que mejorar en la vida de las personas del territorio, sobre todo de las mujeres, que son quienes más padecen la temporalidad, la precaridad, la violencia machista y el posterior laberinto burocrático de los servicios sociales”, finalizó.