CADA euro que se recauda en las carreras o actos que organiza la Asociación de Cáncer de Mama de Bizkaia -Acambi- va destinado al equipo de investigación que lidera la doctora María del Mar Vivanco en el centro de Biogune para conocer, cada vez mejor, el cáncer de mama. Sin embargo, esta enfermedad se cobra la vida de una media de 342 mujeres al año en Euskadi. La lucha sigue en pie. “Es muy importante para nosotros porque, a pesar de todos los avances que se están dando y que han ocurrido durante los últimos años, el cáncer de mama sigue siendo un gran problema”, asegura Vivanco.

DEIA visita, de la mano de Acambi, las instalaciones en las que los investigadores realizan los últimos estudios sobre esta enfermedad. La visita comienza con la explicación de la doctora Vivanco respecto a la situación en la que se encuentra a día de hoy la investigación de la patología y dónde invierten los fondos que se recaudan en la carrera anual organizada por Acambi -con la colaboración de DEIA-. Los principales objetivos en los que trabaja el equipo de María del Mar Vicanco son, por una parte, conocer por qué ocurren los procesos de resistencia y entender por qué en algunos casos las mujeres reciben un tratamiento que funciona y, sin embargo, en otras ocasiones el tumor vuelve a aparecer. “Queremos entender qué los hace diferentes y por qué cuando esos tumores reaparecen, con frecuencia son más agresivos”. Por otra parte, trabajan para conocer mejor la diferencia entre el tejido sano de la mama tumorial. “Intentamos comprender por qué a veces esas células están haciendo lo que deben hacer y, de repente, empiezan a proliferar fuera de control y se desarrolla un cáncer”, explica Vivanco.

Más de 340 muertes al año El equipo investigador tiene como objetivo final intentar desarrollar terapias que sean más efectivas, más selectivas y, si es posible, con menos efectos secundarios para aumentar la supervivencia y la calidad de vida de las personas con cáncer de mama. Y es que, una de cada ocho mujeres desarrollará cáncer de mama y, además, sigue siendo la primera causa de muerte por cáncer entre las mujeres. “Es cierto que la mortalidad ha disminuido”, apunta Vivanco. Sin embargo, la incidencia sigue aumentando. “Sigue siendo un problema y seguirá siéndolo si no encontramos una solución”, prosigue. La supervivencia a cinco años se encuentra, a día de hoy, en un 84,6%, lo que significa que, de media, mueren al año más de 340 mujeres por cáncer de mama en Euskadi. En el periodo de 2000-2012, hubo una incidencia de diagnósticos que sobrepasaron los 16.000 casos.

Hoy en día, algo más del 80% de las mujeres sobrevive al cáncer de mama. Sin embargo, para el equipo de investigación que lidera la doctora María del Mar Vivanco no es suficiente. “Sigue existiendo el problema del cáncer de mama. El cáncer empieza cuando las células comienzan a crecer sin control y es ese descontrol el que causa este problema”, explica Vivanco. Precisamente, a nivel global, a una incidencia de un cáncer de mama -“que es el mayor de todos los cánceres en todo el mundo”- casi un 25% de todos los tumores que afectan a las mujeres son de mama y este tipo de cáncer sigue siendo el que mayor mortalidad causa en todo el mundo.

La carrera contra esta enfermedad que se lleva celebrando desde hace cinco años -este año se celebrará la sexta edición- tiene una razón de peso: promover el ejercicio físico y mostrar que a las personas que padecen cáncer de mama les beneficia estar activas. De hecho, según asegura la investigadora, salir a pasear una y media o dos horas a la semana, “a un ritmo rápido”, reduce el riesgo del cáncer de mama un 18%. “Lo importante es que también disminuye el riesgo de que el tumor vuelva a aparecer”, relata. Por ello es importante sentirse activo y llevar una vida sana. “No hace falta correr maratones, con hacer paseos rápidos está comprobado que es suficiente”, incide Vivanco.

“No hay un caso únicamente” En el cáncer de mama no hay un caso único sino que existe una gran variedad. “Necesitamos determinar si podemos encontrar biomarcadores o marcadores que nos ayuden a identificar a aquellas pacientes que tienen un mayor riesgo de desarrollar recidivas. Si podemos identificarlas pronto, es posible que podamos hacer algo al respecto en lugar de tener que esperar hasta que el tumor ya haya vuelto a aparecer de nuevo”, explica. Por otra parte, también les ayuda conocer más la ideología del cáncer: “Es muy importante porque solamente cuando conocemos los mecanismos moleculares podemos determinar qué es lo que falla y qué tipo de terapias podemos hacer, qué herramientas podemos tener para pararlo”.

La visita finalizó visitando los equipamientos del centro mientras el equipo de la doctora trabajaba en la investigación del cáncer de mama. “Estamos muy contentas de poder colaborar con la investigación. Nosotras hemos pasado por la enfermedad y tenemos nuestras recidivas y nuestros problemas. Estamos muy ilusionadas y encantadas de este apoyo y del trabajo que sin los patrocinadores tampoco sería posible”, concluye Maite Elorriaga, presidenta de Acambi.