Loiu - Varias aerolíneas que operan en las pistas de Loiu han dejado patente ante la dirección del aeropuerto de Bilbao el desgaste y deterioro que está sufriendo el servicio y las afecciones sus clientes como consecuencia de la huelga indefinida del personal de pasarelas que ayer sumó ya 17 jornadas.

Este paro continuado de la plantilla de la empresa Dimaim Systems, contratada por el aeropuerto para gestionar las seis pasarelas o fingers que unen la terminal con los aviones, está perjudicando a miles de pasajeros con retrasos diarios en la mayoría de los vuelos, rebajando el nivel de calidad del aeropuerto y rebajando la cuenta de resultados de La Paloma al no cobrar a las aerolíneas por el uso de este servicio.

Ahora prácticamente casi todos los aviones que operan en Bilbao, una media de cien diarios, son atendidos en remoto, es decir, los servicios de tierra o handling tiene que recoger a los pasajeros en las dos únicas salas de embarque habilitadas, trasladarlos en autobuses hasta los aviones que esperan en la plataforma y después facilitar su acceso al interior por las tradicionales escalerillas. El propio comité de empresa del aeropuerto se reunió ayer con la directora del aeródromo, Cristina Echeverría, para tratar la situación anómala que vive el aeropuerto, pedirle soluciones y que “deje de boicotear la huelga y ponerse de lado de la dirección de la contrata”, indicaron fuentes sindicales.

Por lo que respecta al malestar patente entre las compañías aéreas, fuentes de Air France y KLM confirmaron ayer a DEIA que han mantenido “reuniones operativas” con la dirección de La Paloma para intentar rebajar las afecciones que están sufriendo con la huelga.

Lo mismo ha ocurrido con Iberia. Desde la aerolínea de bandera indicaron que “como el resto de compañías que operan en el aeropuerto de Loiu, Iberia Airport Services ha mostrado su malestar por la huelga de gestores de pasarelas que está afectando a nuestra operativa”. Aseguraron que cuando se iniciaron los paros el pasado 17 de abril, los vuelos atendidos por su personal de tierra “llegaron a sufrir retrasos de hasta 44 minutos”, aunque también apuntaron que “desde la semana pasada, la situación ha mejorado aunque todavía sin recuperar la normalidad”.

Para las aerolíneas de bajo coste, que apuran muchos los tiempos de sus aviones en tierra para poder así atender todas las rutas diarias que ofrecen, el problema de los retrasos es de gran calado. Aunque algunas como Ryanair y Volotea están manteniendo a sus clientes fuera del conflicto al tener servicios propios de tierra. Fuentes de Volotea especificaron ayer a este periódico que “estamos solventando bien el problema porque no nos coinciden varios vuelos a la vez y podemos atender bien en remoto a los pasajeros con recursos propios”.

Pero además de las aerolíneas, Aena, el ente responsable de la gestión del aeropuerto de Bilbao, también tiene de uñas a sus propios trabajadores. La plantilla del aeródromo ha dejado patente sus críticas ante Cristina Echeverría en la reunión que mantuvieron ayer. José Manuel Lorenzo, delegado sindical de CC.OO., indicó a DEIA cómo le instaron a que “se abstenga de adoptar decisiones que sitúan en una posición comprometida a los trabajadores de Aena directamente relacionados con el servicio”. Todo ello debido a un diferente interpretación por parte de la dirección de Aena y de la plantilla en huelga sobre las condiciones de los servicios mínimos dictados por el ministerio de Fomento que obligan o no a llevar a un avión a cualquiera de las pasarelas de La Paloma.

En este sentido, los 15 trabajadores de Aena del centro de operaciones (Cecops) firmaron todos el lunes un escrito dirigido a la directora del criticando las directrices impartidas a raíz de la huelga. Aseguran en el documento al que ha tenido acceso DEIA que “tenemos muchas dudas de que la decisiones que nos dicen que tomemos tengan el suficiente respaldo legal” y aunque admiten que su labor es la asignación de medios, lo que está ocurriendo sitúan estas decisiones “muy por encima de nuestras responsabilidades”. Los trabajadores temen que esta situación “pueda traernos responsabilidades legales por las posibles situaciones de vulneración de derechos”. Por ello finalizan el escrito especificando que “la decisión de asignar posiciones en remoto o en pasarela mientras dure la huelga no debe ser decisión de Cecops”.

Según aseguró José Manuel Lorenzo, la dirección de Aena “con sus decisiones a la hora de aplicar los servicios mínimos está siendo cómplice con la empresa contratada y se sitúa en contra del derecho a la huelga”. Esta disposición es la que ha provocado que CSIF, como sindicato convocante de la huelga indefinida, haya presentado sendas denuncias penales contra la directora del aeropuerto y su jefa de operaciones.

La cifra

2007