Bilbao - Al menos dos estudiantes de cada aula sufren acoso escolar, según Unicef. El curso pasado se denunciaron 553 casos de bullying en Euskadi, 110 más que el anterior. Aunque año a año descienden los casos reales de acoso, todos los esfuerzos son pocos para poner coto a este problema que ha visto en las redes sociales un canal que, además, genera una revictimización. Más de 5.200 menores de casi un centenar de centros escolares de Bizkaia han participado en Jagon, el programa para prevenir el acoso escolar con estancias de cuatro días en el Centro BBK Urdaibai.

En este intensivo antibullying, estudiantes de Sexto de Primaria y Primero y Segundo de la ESO “aprenden a detectar situaciones de acoso, cómo distinguirlos de conflictos puntuales, así como a interiorizar los mecanismos anónimos para su denuncia”, aseguraron ayer desde BBK.

Mediante estas colonias especiales “BBK pretende fomentar la asertividad y la empatía de los jóvenes”, afirmaron responsables de Jagon, que también aborda el impacto de las nuevas tecnologías y analiza las aplicaciones móviles y sus usos inadecuados. En Euskadi las cifras del ciberacoso se elevan a 17 de los 79 casos confirmados, lo que supone una tasa del 21,5%.

La mayor sensibilización social ha elevado el número de denuncias en la escuela vasca, pero la puesta en marcha de nuevos protocolos de actuación por parte de la Inspección educativa ha reducido considerablemente el número de casos que realmente son acoso al 14,3%. El resto de los casos fueron agresiones o uso de la violencia de forma puntual y no sistemática. Porque no todo es bullying. Para que un caso sea considerado acoso escolar tiene que reunir una serie de características, como que exista intencionalidad, abuso de poder, duración en el tiempo y que se produzca a escondidas de los adultos. No obstante, el curso pasado cuatro casos se pusieron en manos de la fiscalía debido a su gravedad.

El tipo más frecuente de acoso escolar detectado durante el curso pasado, fue el de exclusión y marginación social de la víctima -34 de los 79, un 43% de los casos-, seguido del de agresión verbal, el 20,25 %, y de la agresión física directa, el 13,9 %. Los casos de acoso o abuso sexual o sexista confirmados fueron cinco, el 6,3%, y los de intimidación, chantaje o amenaza, nueve, el 11,4%. En la mayoría de los casos los implicados fueron estudiantes de Secundaria y Bachiller, en 45 de los 79 casos, y de los últimos cursos de Primaria, de los 10 a los 11 años, con otros 33 casos.

En el Estado, las denuncias por hechos graves relacionados con el acoso escolar ascendieron a 954 en 2018, según los datos del Ministerio del Interior. En los últimos siete años se han registrado 6.454 denuncias por esta causa, siendo el pico más alto el del año pasado, cuando por primera vez se superó la barrera de las mil, con 1.054.

Los datos de Interior señalan que entre las tipologías penales que más se desarrollan se encuentran las lesiones, que suponen algo más de la mitad de todos los hechos, el 55,3%; seguidas a cierta distancia por las amenazas, con el 18,7%, y el trato degradante, con el 6,2%.