Bilbao - La consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, presentó ayer en comisión del Parlamento Vasco, el Estudio Informativo de la primera fase de la Variante Sur Ferroviaria (VSF), el trazado bajo los montes de la metrópoli que permitirá sacar en tren las mercancías de los muelles del Puerto de Santurtzi y trasladarlas hacia la meseta o con destino a Europa.

El documento presentado comprende dos alternativas, ambas de gran similitud en su trazado que finaliza con su entrada soterrada a Bilbao por Olabeaga tras recorrer más de 12 kilómetros, todos ellos bajo tierra excepto cuando discurre por el barrio de El Regato de Barakaldo, y el paso por encima del río Kadagua.

Mientras la primera opción prevé un puente de 124 metros de longitud que permitiría salvar el río Castaños que fluye por esta zona natural, la segunda prevé el soterramiento del trazado por debajo del cauce.

Esta última alternativa obligará a desviar alrededor de cien metros del mencionado río para poder construir la galería que sirva al tráfico ferroviario y minimice lo máximo posible el impacto ambiental de esta ambiciosa infraestructura ferroviaria. La variante del Castaños se efectuará antes de iniciar las obras de excavación tomando medidas para proteger la población del pez espinoso, especie única en este río. Finalizados los trabajos se repondrá el cauce de alrededor de un centenar de metros a su itinerario natural.

La consejera Tapia reconoció que este punto del trazado es “el impacto más crítico en el medio ambiente” de los 30 actuaciones que afectarán al entorno tanto durante las obras como en la posterior explotación. Aun así, desveló que la actuación ya ha conseguido el visto bueno de la Agencia Vasca del Agua para su posible ejecución.

Aunque no apostó con nitidez por esta alternativa, la responsable de Desarrollo Económico e Infraestructuras sí aseguró que “es la que más conformidad tiene entre todos los municipios consultados, especialmente el de Barakaldo que es el que nos pidió analizar esta opción”.

El recorrido presentado ayer arranca a la salida del túnel del Serantes donde se habilitará un falso túnel de 750 metros de longitud para dividirse después en dos trazados soterrados diferentes, uno para cada sentido del tráfico de trenes, que se volverán a unir un kilómetro después en una galería única bajo los montes de Trapagaran. Desde este punto se excavarán con voladuras 7.370 metros de túnel hasta llegar a la zona de El Regato.

Otro puente sobre el Kadagua Tras sortear este accidente natural con alguna de las dos opciones descritas, entra de nuevo en túnel hasta salir a la superficie a la altura del río Kadagua. Aquí, la primera alternativa diseña un viaducto de 204 metros de longitud que se alarga hasta los 316 metros en el segundo dibujo al ir el trazado más al sur del recorrido fluvial. El último tramo entra de nuevo en túnel para conectar en Bilbao, a la altura del barrio de Olabeaga, al lado del campo de San Mamés, con el actual trazado por donde circulan las mercancías que llegan del puerto. En este último sector de la obra se construirá también el inicio de la galería por la que seguiría el trazado en una segunda fase hasta Arrigorriaga.

Ante las posiciones de Elkarrekin Podemos y EH Bildu, que de saque negaron ayer en sus intervenciones parlamentarias la necesidad de esta infraestructura, Tapia aseguró que la VSF va a “garantizar el futuro y la competitividad del Puerto, conectará con la nueva red ferroviaria de alta velocidad y aleja definitivamente el tránsito diario de mercancías de los municipios”.

La consejera jeltzale también disipó la duda de cual de las dos alternativas es más cara. “Las previsiones son que el coste sea similar”, especificó antes de concretar que la opción de los dos puentes sobre el Castaños y el Kadagua rondará los 484 millones de euros mientras que la que prevé el soterramiento del trazado en El Regato se va hasta los 492 millones. Ambos costes con el IVA incluido.

José Ramón Becerra, parlamentario de Elkarrekin-Podemos, que solicitó la comparecencia de Tapia para que explicara el proyecto, cuestionó la necesidad de la VSF debido a que “no tenemos ahora más demanda de mercancías que en 2004”. La consejera rebatió su afirmación con los datos aportados por la Autoridad Portuaria sobre cómo desde 2012 hasta el pasado año han aumentado un 65% el tráfico de mercancías en los muelles y un 58% el movimiento de contenedores que pasan por las instalaciones de Santurtzi y Zierbena. También explicitó que “la media de circulaciones por semana de trenes de mercancías fue de 96 y que para el año 2022 se esperan 22 más”.

Otro de los datos que aportó la consejera fue el análisis coste-beneficio, tanto económico como social, de los trabajos. El documento especifica que es un proyecto rentable tanto por el Valor Actual Neto (VAN), cifrado en 575.275 millones de euros, como por la Tasa Interna de Retorno (TIR) concretada en un 10,26% con una tasa de descuento social de un 3%.

La oposición también cuestionó si el Gobierno vasco, a través de su gestor de infraestructuras ferroviaria, ETS, había analizado las alternativas que el pasado año presentó el colectivo ecologista Barakaldo Natura. Una de ellas pretende soterrar hasta Desertu la actual línea de Cercanías de Renfe para acoger los tráficos de pasajeros y mercancías. Tapia aseguró que sí se estudiaron y dio varios argumentos para su descarte. Los más importantes fueron que “se condenaba a pasar mercancías por zonas urbanas, se limitaría el tráfico de pasajeros y no se podría tranviarizar el trazado una vez sean traspasadas estas competencias ferroviarias”.