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Remeras con galones

El club de remo Sestaoko Arraunlariak cuenta desde este otoño con dos remeras veteranas Monika Almeida y Marta Moure amplían la presencia femenina del club con la directiva Ana Sanz

Remeras con galones

Emilio Zunzunegi

Sestao - El mundo del remo, como otros tantos deportes de equipo antaño cotos de masculinidad, se ha visto sorprendido por el ímpetu que la mujer ha puesto en demostrar que, cada cual a su nivel y con sus capacidades naturales como única limitación, la actividad física, competitiva o no, es neutra y por tanto democrática y en la que solo interviene el deseo de afrontar su práctica para llevarla a cabo. Al menos sobre el papel porque lo cierto es que tal como reconocen Marta Moure y Monika Almeida, dos remeras que forman parte desde el pasado mes de octubre del club Sestaoko Arraunlariak de Sestao, “saber que no eres la única mujer, sentirte acompañada por otras mujeres hace más fácil tomar la decisión de participar”.

Marta, que a pesar de su juventud es la abuela del club de veteranos sestaoarra que este año celebra su décimo aniversario -tiene un nieto de apenas 2 años- no se atrevió el pasado año 2017 a dar el paso “por las dificultadas que me suponía venir a entrenar ya que yo vivo en Trapagaran y las conexiones no son las más adecuadas, pero yo seguía con las ganas de dar el salto”, señala esta mujer de cuerpo atlético por su continuada práctica deportiva en otras disciplinas y que es seguidora del remo desde su juventud “aunque nunca me planteé practicarlo”. “Viendo ahora a las chavalas que practican el remo en Sestao y en otros equipos me doy cuenta de que yo he nacido muy pronto, en una época en la que las mujeres casi no hacíamos ni gimnasia y yo tampoco tenía ningún antecedente familiar que me ligara al remo”, apunta.

Caso contrario al de Ana Sanz, una sestaoarra que desde muy joven se hizo aficionada al deporte arraunlari gracias al seguimiento que hacía de la carrera deportiva de su hermano Bompe, remero de La Iberia, al que seguía a todas las regatas que podía y que le trasmitió el veneno del deporte traineril “aunque no para bogar”, reconoce esta mujer, directiva del club de veteranos de Sestao que ha reunido en estos diez años del club más de 14.000 instantáneas tanto de los chicos del club como de los restantes clubes contra los que han competido esta troupe deportiva creada en 2009 y que actualmente cuenta con cerca de 40 remeros.

Este año sin embargo las fotografías que realiza Ana, ganan en belleza con la presencia de Marta Moure y de Monika Almeida, una joven abogada, madre de tres hijos de corta edad que al igual que Marta se enteró por Facebook del interés del club sestaoarra por captar remeros y remeras veteranas. “Yo no he tenido nunca una ligazón con el remo y ni siquiera puede decirse que sea muy deportista más allá de hacer running o actividades a lo largo de mi vida como zumba o fitness”, señala esta abogada, que reconoce que el remo, “que me está sacando agujetas y callos en las manos” le está viniendo muy bien para desconectar. “Yo ha habido días de estar en casa con dolor de cabeza de todo el lío del trabajo desde muy pronto por la mañana y pensar... ahora tengo que bajar. Y luego vienes y ves que te renueva, te quita estrés y a nivel corporal también se agradece”, señala Monika, a cuyos hijos “les gusta mucho que haga remo”.

Tampoco le desagrada al marido de Marta su compromiso con el club remo de Sestao “y ya se ha acostumbrado a traerme cuando vengo a entrenar”, dice Moure, que muchos días ha venido en autobús desde su pueblo “hasta el parque de La Florida en Portugalete y de allí andando. “A mí me ha enganchado. Saco tiempo de cualquier sitio para poder venir y disfrutar del remo y del paisaje de la Benedicta”, reseña.