BOZA!” es el grito con el que muchos subsaharianos celebran su llegada a suelo europeo, tantas veces un infierno y no un paraíso. Boza! es, también, teatro en voz alta sí, pero sin papeles. En esa pieza dramática que ayer vivió su preestreno en la sala Cúpula del Teatro Campos se relata la travesía de Kibo, un joven griot que ha perdido a su mujer y su hijo en el trayecto. Adilah y Salif, una pareja siria a la que le han negado el asilo varias veces por tener hijas pequeñas. Kamara es un adolescente en busca de un mejor futuro para él y para su familia y Justine y Agnes son dos chicas que han tenido que enfrentar una cadena de abusos y violencia y ahora huyen por sus vidas. Todas ellas son historias detrás de la valla que ayer fueron representadas por Sandra Tejero, Nerea Larrazabal, Jon Gaubeka, Iker Legarda, Nagore Cenizo Arroyo y Kepa García, la compañía Euri Artean que invocó a los fantasmas de la vida dura en el Día de la Emigración.

En la organización de un encuentro reivindicativo se oyó la voz alta del teatro, un teatro sin papeles si es que se puede decir así. En las entrecajas de la pieza se movieron el dramaturgo Cruz Noguera, autor y director de la obra, además de Rakel Rodríguez, Peru Cañada, Ainoa Uriarte y Txaro Hernández, todos ellos implicados en una lucha por los derechos, por la vida de quienes sufren.

Se trata de un espectáculo sobrecogedor que entrará en gira a partir de 2019. Incorpora música en vivo a cargo de Enekora, nombre que nace de la unión de Eneko Larrañaga y la kora, un arpa africana (el grupo cuenta con la participación de Idoia Larrañaga, Ibon Irijoa, Andrés Insua, Nerea Quincoces y Carlos Sagi); el vestuario diseñado por Nerea Torrijos, la coreografía de la compañía de danza Arymux, con Rakel Rodríguez al frente, la escenografía a cargo del estudio de arquitectura Bat y un diseño de iluminación de Alaine Arzoz, además de los seis actores en escena.

A la cita con ese universo que engancha e invita a la reflexión acudieron, entre otros, Jon Terán, Matxalen Iturriaga, José María Guibert, rector de la Universidad de Deusto, la actriz Itziar Lazkano, Andoni Iturbe, Alazne Mendizabal, Gorka Herrero, Diego Kataryniuk, José Francisco Egido, Esther Domínguez, Mari Fran Pérez, Patxi López, José Antonio Pereda, Beatriz Ruano, Marta Garros, Carmen Pérez. Greta Frankenfield, Cristina Altuna, Harvey Dentihou, Iker Ormaetxea, Maite Basterra, Idoia Aranguren, Martin Aguilar, Nekane Ugarte y un buen número de asistentes a una función en privado que sirvió como pistoletazo de salida para una carrera fasbulsa, la del puño en alto que pretende sensibilizar a los espectadores. Según manifiestan sus autores se trata de un trabajo hecho desde la creencia de que el arte tiene un poder transformador, el poder de difundir energía, fuerza y belleza. Añadamos, además, el poder de tocarnos. En nuestro interior.