Galdakao - Desde muy pequeña, Ainhoa Meili Fernández del Moral estaba predestinada a practicar un deporte en el que hubiera una pelota de por medio. En vez de un peluche, su madre le recuerda que cuando era pequeña, se iba a la cama con una pelota. Ahora, con 14 años, se ha convertido en una jugadora de tenis con una proyección envidiable.

Tenista del C.D. Tenis Elexalde Mendian de Galdakao, esta bilbaina de origen chino pasa muchas horas entrenando y asegura que ya es como de Galdakao. Su nombre, Ainhoa, se lo pusieron su madre y su padre precisamente por la cantante galdakoztarra Ainhoa Cantalapiedra y defiende los colores de Galdakao allá donde va. Todas esas horas de entrenamiento se notan a la hora de competir.

En los últimos meses ha sido doble campeona tanto en individual como en doble en los juegos escolares de Euskadi y cuenta con muchos títulos en su categoría. Con 14 años, es infantil de segundo año, “pero compito en mi categoría y en cadete, junior y algunas veces en absoluto”, explica. Ahora, su próximo reto, es el campeonato de España. Ainhoa Meili cuenta que llegar a ser profesional algún día “es como un sueño”.

No obstante, admite que “es un deporte caro y se necesitan más patrocinadores para los que empezamos” para poder continuar practicándolo a un alto nivel. Por el momento ya cuenta con la confianza de Artengo, “a quien estoy muy agradecida por empezar a confiar en mí”. Lo que sí sabe es que va a intentarlo con todas sus ganas, después, el tiempo lo dirá.

En ese camino hacia la cima del tenis, las semanas de la joven tenista se traducen en entrenamientos todos los días menos uno. “Antes de ir a entrenar hago los deberes y procuro dejar todo lo del colegio preparado porque llego a las 23.00 a casa”. El tenis se lleva prácticamente todo su tiempo, entre entrenamientos y torneos. “Pero me gusta tanto que, como dicen mis aitas, con una colchoneta viviría en la pista de tenis”.

Ahora mismo, “es mi vida, si no hago tenis, me falta algo”. En su casa nunca se habían interesado por el tenis, pero ella se decantó por este deporte. “Desde que era muy pequeña, siempre estaba con una pelota, ya fuera de fútbol, tenis, pelota mano, ping-pong?”.

En su casa recuerdan que ya en la guardería, “antes de ir, veía pelota mano y me ponía los partidos de tenis y de fútbol”. Comenzó muy pronto. Llegaron los torneos escolares y empezó en federados y ahí fue cuando decidió tomárselo más en serio. Su primer torneo federado fue en mayo del 2015, “y me metieron un doble 6-0 en Fadura”.

Aquello le sirvió para aprender y jugar siempre con humildad. En el siguiente torneo, sin embargo, logró ganar su primer título federado, en una proyección casi meteórica. Como tenista, Meili destaca que “mi mayor virtud es el revés cruzado” y que sacando tampoco va mal, pero una de sus mayores armas es que “me crezco en los partidos difíciles”. Tampoco descarta poder entrenar a otras personas, y le gustaría sacarse el título de entrenadora algún día. El club galdakoztarra se ha convertido “en mi otra familia”, ya que pasa en la pista mucho tiempo.

Gracias al tenis, a su entrenador Iñigo Vila y a sus compañeros de club se siente como en casa. Además, asegura que “el tenis me aporta disciplina, ganas de superarme, constancia, aprender a no perder la calma, y mucha, mucha felicidad”. Este deporte ya forma parte de su vida, y cada vez más. Y es que además de practicarlo, algo que “me encanta y me divierte, veo todos los partidos de tenis que puedo”. Se fija mucho en deportistas como Rafa Nadal, Dominic Thiem y Garbiñe Muguruza. Del primero, “tengo desde hace años una foto dedicada que me consiguió mi tía y es mi mayor tesoro”, cuenta.