Leioa. Después, una de las principales arterias de la localidad y sus vías aledañas, además de ganar más espacio para los viandantes, pasarán de contar con 63 aparcamientos a disponer de 103, a que los vehículos pesados de más de 8 metros de longitud no circulen por las carreteras que rodean el bulevar de Udondo -sino por la variante de Astrabudua- y a tener renovadas las redes de saneamiento y abastecimiento.
Esta actuación, que como ya anunció la alcaldesa leioaztarra, Mari Carmen Urbieta, no incluirá los raíles para el tranvía, se dividirá en tres fases. La que empieza hoy mismo afectará directamente a la circulación y los aparcamientos en Otsobarrena e Iturriondo, es decir, a las calles que bordean Udondo y que se convertirán en calles de sentido único. En el primero de los casos, la dirección será desde el aparcamiento de la Carbonera hacia la rotonda del metro. Y en el segundo, en concreto, el tramo comprendido entre la rotonda de acceso al parque empresarial Ibarrabarri y el aparcamiento de la Carbonera, será con destino a Luis Bilbao Líbano. Además, en ambas zonas de sentido único se prohibirá la circulación de vehículos pesados de más de 8 metros de longitud.
Así, la ruta alternativa que deberán tomar estos camiones para acceder a las instalaciones industriales de Lamiako o al propio parque de Ibarrabarri discurre por la variante de Astrabudua (BI-647) y la carretera de la ría (BI-711). “Es un recorrido más lógico y se mantendrá así a futuro”, incidió ayer la primera edil, que señaló que estos cambios “tienen como objetivo final la mejora de la calidad de vida de los vecinos asegurando su convivencia con las actividades industriales generadoras de empleo en el municipio”.
Más adelante En la segunda parte de las labores, se actuará sobre el tráfico de las calles Kandelazubieta e Independentzia. Además, también se trasladará la parada de taxis situada ahora frente al polideportivo Sakoneta a la calle Elexalde. Y finalmente, la tercera fase es la que abordará la transformación de la propia Sabino Arana que, a su vez, se fragmentará por etapas, comenzando desde Udondo hacia el bulevar de La Avanzada. Aquí se llevará a cabo una reforma integral, ya que las obras irán dirigidas a la peatonalización -se permitirá carga y descarga y el acceso a los garajes particulares- y, por supuesto, a arreglar los desperfectos que tiene la vía, muchos de ellos provocados por las raíces de los árboles y por el tránsito de vehículos. Y también, se intervendrá en el subsuelo, ordenando las distintas redes de servicios: abastecimiento de agua, saneamiento, electricidad..., que “tienen una edad considerable y sufren averías”, admitió Urbieta.