Una rotonda elevada dará acceso al parque tecnológico de Ezkerraldea

El parque tecnológico se ubicará en Abanto-Zierbena, muy cerca del actual enlace de San Fuentes junto a la autopista A-8, lo que hace que disponga de buenas comunicaciones, ya que el acceso a través de la N-639 a esta, tanto para los vehículos que vienen de Cantabria como de Bilbao, es rápido y sencillo.

Sin embargo, es necesario construir una nueva rotonda elevada, sobre la N-639, entre la autopista y la rotonda de El Bao, para dar acceso al parque, que se encuentra a una altura superior a la carretera. Su construcción en alto permitirá además mantener el tráfico en la N-639, en dirección Gallarta y hacia Zierbena, así como su salida a la autopista. Por esta rotonda, de doble carril, se accederá al parque en sí, pero también circulará por ella el tráfico de los vehículos que salgan de la autopista desde Santander o los que se quieran incorporar a esta hacia Bilbao. Permitirá, de esta forma, eliminar el ramal para acceder a la autopista A-8 en dirección Bilbao desde Zierbena, ya que actualmente existe un ceda el paso con una visibilidad mínima para el conductor. Eliminando este lazo se deja vía libre, además, para acometer en un futuro una ampliación de carriles en la autopista.

El proyecto recoge también la construcción de una segunda rotonda, al otro lado de la autopista, en el cruce entre el ramal de salida de la A-8 desde Bilbao y la carretera hacia Zierbena. En la actualidad, los vehículos tienen un ceda el paso y un stop para incorporarse a la carretera, dependiendo de si quieren dirigirse hacia Zierbena o al barrio de Gallarta, lo que genera colas de coches que incluso llegan en ocasiones a invadir la propia autopista. Con esta nueva rotonda, se ganará en fluidez en esta zona y se habilitará también un segundo carril en el ramal de salida de la autopista, para incrementar su capacidad.

De esta forma, los vehículos que lleguen desde Bilbao por la autopista y quieran llegar al parque tecnológico tomarán este ramal, girarán en la rotonda para tomar dirección Gallarta, pasarán por debajo de la autopista y subirán a la glorieta de acceso. Por su parte, los que vengan desde Santander solo tendrán que tomar el ramal de salida hacia Gallarta para subir a la rotonda.

Esta misma glorieta también canalizará los vehículos que quieran salir del parque hacia la autopista; para ir en dirección Bilbao, se tomará una salida que enlazará con el nuevo ramal para los vehículos que vengan desde la rotonda del Bao y que contará con dos carriles. Los vehículos que quieran ir hacia Santander, tendrán que incorporarse desde la rotonda a la N-639, pasar por debajo de la autopista, llegar hasta la rotonda norte y desde aquí tomar un giro a la derecha para acceder a la autopista.

Modificaciones en la N-639 En la actual carretera N-639 también se modificarán los flujos de tráfico. Desde la rotonda de El Bao partirán dos carriles en sentido Zierbena: el de la izquierda será el que continúe, por debajo de la nueva rotonda elevada, en ese sentido, mientras que el de la derecha permitirá tanto subir a la rotonda como, por un nuevo ramal, dirigirse a la A-8 en dirección Bilbao. Este nuevo ramal será también el que reciba los vehículos que bajen desde la rotonda alta hacia la autopista.

Al otro lado, desde la rotonda norte, también saldrán dos carriles hacia Gallarta: el de la derecha, una vez se pasa por debajo de la autopista, subirá hacia la rotonda elevada, y el de la izquierda seguirá por debajo de esta glorieta hasta la de El Bao. Un poco antes de llegar a esta, se le unirá otro carril por la derecha por el que bajarán los tráficos desde la rotonda elevada en dirección Gallarta, los del parque tecnológico pero también, por ejemplo, los que lleguen desde Santander por la A-8.

El proyecto de trazado de los nuevos accesos al parque tecnológico de Ezkerraldea-Meatzaldea se encuentra actualmente en fase de información pública, por lo que restan todavía algunos meses de tramitación administrativa antes de que el consejo de Gobierno foral pueda dar el visto bueno definitivo al proyecto y las máquinas empiecen a trabajar sobre el terreno.

Una vez que puedan comenzar las obras, estas tendrán una duración de veinte meses, con un coste de 11,8 millones de euros. No obstante, el propio proyecto prevé la entrada en servicio de los nuevos viales para el año 2020.