LAS localidades vizcainas de Getxo y Leioa sintieron ayer la solidaridad. El calor humano. Las ganas de luchar para apoyar a todas aquellas personas que padecen alguna enfermedad rara y a sus familias. El Ibilaldi Solidario, organizado por la asociación Feder en colaboración con el colegio Askartza Claret, celebró ayer su IV edición, un acto en el que participaron más de 300 personas.
Pasadas las 12 del mediodía la marcha dio su pistoletazo de salida bajo el son de la canción Moving aunque fueron muchos los que media hora antes se dejaron ver por la plaza del Puente Colgante para tener todo a punto. Sonia Vicente decidió ir junto a su pareja Pablo Sánchez y sus dos hijos Naia y Oier a pasar una mañana diferente. Era la primera vez que participaban, aunque son conscientes que estos actos son necesarios. “Es muy importante que se hagan estas actividades porque todavía es necesario concienciar de este tipo de enfermedades”, comentaba Pablo. Por ello, aprovechando que su pareja trabaja en el supermercado Dia, que donó los alimentos para el avituallamiento de la marcha, no dudaron en acercarse desde Barakaldo para participar en ella.
Pero en esta carrera solidaria no participaron únicamente familias. Los jóvenes vizcainos creen que también tienen un papel importante para trabajar un futuro donde las personas que padecen enfermedades raras y sus familias tengan un hueco más amplio en la sociedad. Las jóvenes Izaskun Pérez, Nerea Vázquez, Xiana Elkoroaristizabal y Naiara González acudieron a la plaza del Puente Colgante de Getxo vestidas con el atuendo perfecto: unas zapatillas de deporte, unas mallas y muchas ganas de ser partícipes en una mañana tan solidaria como la de ayer. “Es muy importante que se hagan estas cosas”, defendían.
Cerca de este grupo de chicas estaba Zuriñe Sainz, atándose bien los cordones y muy emocionada por participar una vez más en esta marcha. “Los que padecen enfermedades raras deberían tener más derecho a que sus casos se investiguen y se apoyen”, afirmaba. Esta asidua a esta marcha ayer marcó el pleno de participación por haberlo hecho durante los cuatro años que se lleva celebrando y asegura que si “nada de alto riesgo se lo impide” nunca fallará. “Es muy necesario apoyar estas causas”, aseguraba.
Apto para todos los públicos Para Iñigo Ronchas, Izaskun Roldan e Ibai fue la primera vez que participaban. “Nos enteramos porque trabajo en un bar y nos pusieron el cartel”, explicaba Iñigo, quien además dijo que no conocían la marcha. “Creo que todavía queda mucho trabajo por hacer entre todos”, admitía.
“Rara es la enfermedad”, apuntaron tanto Miren Elejalde, del colegio Claret Askartza y Juana Saenz, delegada de la asociación Feder Euskadi. Cuando la carrera terminó en Leioa, los participantes disfrutaron de diversos talleres y de algunos personajes de la Legión 501.