Güeñes - Hubo algo que más que sonrisas y el habitual “nos vemos en un rato” a la salida de clase a mediodía en la pausa para comer. Alumnado de Secundaria del colegio Eretza Berri escrutaba cada detalle del edificio que estrenaron ayer en la zona de Padura, en el núcleo urbano de Sodupe. Parecía otra vuelta a las aulas más tras la Semana Blanca, pero en realidad se abrió la etapa que escolares, profesores, padres y Ayuntamiento aguardaban “desde hace años, con manifestaciones incluidas, por lo que verlo en marcha es una gran noticia”, según contaba una familia que prefirió que su apellido no figurara en estas páginas. Los estudiantes ganan espacio y el equipo de gobierno ve cómo se allana el camino hacia otro proyecto que ya dispone de consignación presupuestaria: la haurreskola del colegio Eretza Berri.
“Esperamos que no tarden tanto tiempo como con el instituto ...”, confiaba Nekane Romo. Echando la vista atrás, no acertaba a calcular cuánto tiempo hacía que los vecinos de Güeñes clamaban por un instituto de Secundaria que acabara con la masificación del colegio Eretza Berri, que obligó a instalar barracones en el patio. “Hace igual diez años que estamos dando vueltas al tema”, calculó en la puerta de este centro más antiguo -distante unos minutos a pie de su hermano más joven-, donde acudió a buscar a su hijo.
El comienzo de las clases en el nuevo equipamiento “nos permitirá retirar los módulos, lo que va a posibilitar el desarrollo de una haurreskola”, según explicó el alcalde, Imanol Zuluaga. Para este proyecto se dispuso una partida de 50.000 euros en el momento de aprobar las cuentas de Güeñes para 2018 el pasado diciembre. De manera que la apertura del nuevo instituto “es una gran noticia”, coincidía el regidor, “porque, entre otras cosas, vamos a dar un mejor servicio no solo al alumnado de Secundaria, sino también a Infantil y Primaria”.
Las instalaciones que abrieron sus puertas ayer pueden acoger hasta a 250 estudiantes. Las dependencias se distribuyen en una planta baja con área de administración, servicios generales y gimnasio, y dos plantas superiores, en las que se ubica la zona docente. Más al detalle: diez aulas ordinarias, clases de desdoble, cinco despachos para impartir departamentos de seminarios, aulas de informática, tecnología, música, dramatización, audio, educación plástica y visual, laboratorio de ciencias, un comedor de cien metros cuadrados equipado con office, biblioteca y sala multiusos de 105 metros cuadrados, gimnasio de 321 metros cuadrados con aseos y vestuario. El porche de 144 metros cuadrados que da acceso al complejo educativo fue muy utilizado por los escolares en su primer día en el flamante instituto para guarecerse de la lluvia. En cambio, no pudieron probar la pista de 800 metros cuadrados al aire libre para actividades deportivas. Además, tras la verja de entrada se extienden numerosos aparcamientos, especialmente concurridos en las horas de entrada y salida, y con una plaza reservada para uso de personas con movilidad reducida.
El barrio de Padura en el que se enclava el instituto ha protagonizado la última gran expansión urbanística del núcleo urbano de Sodupe, el más poblado de Güeñes. Según informaron desde el Ayuntamiento, la construcción de los bloques de viviendas concluyó entre 2014 y 2015. La pista multideporte del centro escolar linda con el corredor del Kadagua, lo que facilita el transporte a municipios limítrofes y muy cerca existe también una parada de Bizkaibus de las líneas que llegan a Artziniega, Gordexola, Okondo, Alonsotegi y Bilbao. Sin necesidad de tomar el autobús, la juventud puede entrar en el campo de fútbol Hurtado de Saratxo, el polideportivo, el frontón cubierto y la pista de deporte bajo techo, infraestructuras, todas ellas, del núcleo urbano de Sodupe.
¿Bachillerato? Mientras alumnado, profesores y el resto de trabajadores del instituto se aclimatan al entorno, los vecinos aprovechan la ocasión para formular otras sugerencias. “Estaría bien que ampliaran el itinerario educativo hasta Bachillerato”, propuso Nekane. Así los escolares de Güeñes y alrededores podrían cursar sus estudios en la localidad en el sistema público hasta los 18 años.