Bilbao - El Ayuntamiento de Bilbao sacó el miércoles a concurso las obras para reordenar la entrada viaria por Basurto desde Zorrotza y acabar así con el desbarajuste existente desde hace ocho años que se heredó tras el soterramiento del trazado de Feve por el barrio.
La licitación salió por un montante de 6,5 millones de euros y un plazo de ejecución máxima de 21 de meses. Un largo periodo “al que estamos obligados porque las obras van a convivir con el tráfico”, expone a DEIA el teniente de alcalde y concejal de Obras y Servicios, Ricardo Barkala. Este va a ser “el principal handicap”, indicó, de un proyecto en el que “tendremos que estar en constante coordinación con el área de Movilidad”, predijo el edil.
Este complejo trabajo de infraestructuras se ejecutará por fases. El concejal describe que “primero tendremos que demoler algunos elementos actuales, adecentar otros provisionales, que también serán demolidos posteriormente, para concluir con los espacios definitivos. Destaca que “en un proceso que se irá hasta el año 2020” y para ello “hemos previsto este año 2,4 millones de euros de presupuesto; 3,26 para el que viene y 850.000 euros para el siguiente”.
La zona de trabajo se va a ubicar en un tramo lineal de casi medio kilómetro que se desarrollará en dos niveles de altura y ocupará alrededor de 32.500 metros cuadrados de superficie, casi como cinco campos de fútbol de San Mamés.
El nivel inferior, el que corresponde a la avenida Montevideo que llega de Zorrotza y acaba en su fusión con las calles Autonomía y Gurtubay, incluye dos rotondas en sus extremos. La más grande es la que permitirá ordenar los tráficos de los vehículos que, además de entrar y salir de la ciudad, circulen hacia el hospital de Basurto, el barrio de Olabeaga y la zona de Lezeaga y Kastrexana. El otro cruce redondo, de menor radio, dará servicio a la circulación viaria de los conductores que utilicen la calle Gurtubay hacia la futura Termibus soterrada, permitiendo diferentes cambios de sentido sin obstáculos.
Ambas rotondas darán prioridad al tráfico transversal hacia y desde el centro de Bilbao. “Se han diseñado con la misma fórmula que la glorieta construida en la avenida Zumalakarregi, la que conecta con las curvas que bajan al Ayuntamiento”, compara el concejal de forma que todos los entrecruzamientos que se generen en las dos rotondas estarán regulados por semáforos.
El tronco común mantiene los dos carriles actuales en cada sentido excepto delante de la entrada al hospital de Basurto, donde un tercero permitirá el acceso directo al centro sanitario de los vehículos que lleguen desde Zorrotza girando a la izquierda. “Ha sido una petición especial del hospital”, indica el edil.
La creación de la rotonda grande mejorará el tránsito hacia Lezeaga y Kastrexana con un acceso en pendiente y con una doble curva que eliminará la rotonda actual. Además, en la calle que baja hacia Olabeaga se eliminará el actual estrangulamiento tras eliminar las actuales plazas de aparcamiento en batería para que los dos carriles actuales tengan un medida adecuada. También, incluirá una acera para los viandantes que bajen y suban hacia o desde el tanatorio.
La remodelación viaria implicará así mismo la desaparición del pequeño vial que bordea la actual parada de autobús cercana a la entrada de Consultas Externas del Hospital. Este servicio para los usuarios de Bilbobus y Bizkaibus se va a trasladar unos cien metros, ante el muro que bordea el centro sanitario, quedando con más capacidad para autobuses. En el sentido contrario de la circulación, las dos paradas de bus existentes se fusionarán en una a adecentar delante de la estación ferroviaria.
La otra parte de la reordenación se ubica seis metros de altura por encima, a la cota del parking provisional de vehículos, sobre el cajón de la estación de Feve. Este espacio será eliminado y las plazas de estacionamiento irán al otro lado del nuevo vial que bajará desde Kastrexana y concluirá un poco más adelante del centro de salud del barrio. Además, concretó Barkala “las actuales rampas peatonales serán demolidas para dar paso a unas escaleras y un paseo integrado en una zona verde que mejorará todo el entorno”.
En el proyecto destaca el acabado que tendrá los laterales de la fachada de la estación. Al lado del ascensor y las escaleras existe un muro de contención que va a ser decorado de forma especial. Se va a utilizar una piedra roja pulida pero sin brillo. Cada pieza será de unos ocho centímetros de altura, seis de espesor y longitud libre. Ello permitirá colocar estas piezas de tal forma que dejando huecos entre las mismas dibujarán cinco arboles con sus ramas sin hojas y decenas de pájaros revoloteando a su alrededor.