El altavoz de las mujeres en Balmaseda
La asociación Zoko Maitea cumple 25 años apoyando el empoderamiento femenino
LA palabra separación sobrevolaba en el ambiente, llegó a pronunciarse en momentos de discusión. Y es que las mujeres empezaban a ocupar su tiempo fuera de casa y a los maridos les preocupaba que les metieran en la cabeza “ideas feministas de esas” en las charlas a las que asistían. Ellas hoy se ríen, pero el nacimiento de Zoko Maitea causó un terremoto en algunos hogares de Balmaseda. 25 años después una de las asociaciones pioneras en la lucha por la igualdad de género en Enkarterri, sigue siendo un pilar, también por su implicación en actividades de la villa.
Integrantes de varias de las juntas directivas de estas dos décadas, incluyendo la que lleva las riendas en la etapa actual, comparten su percepción de que “hemos avanzado, pero quedan muchas cosas por hacer” y que les gustaría que sus hijas y nietas tomaran el relevo en el futuro. Sin embargo, las dificultades para conciliar, esa palabra que parece obviar a los hombres, han comprometido en ciertos momentos la supervivencia de Zoko Maitea. A pesar de todo, con energías renovadas después de festejar un cumpleaños tan señalado, Maribel Cantera, Eva Otaola, Pili Salazar, Matilde Santa Coloma, Mari Carmen Sisán, Conchi de Pradales, Berta Gutiérrez y Gloria Laiz mantienen la ilusión de los primeros días.
Después de acudir a cursos de promoción de la mujer que organizaba la BBK a partir de 1986, “comenzamos a quedar en un bar”. Todo un reto para la mayoría de ellas, que reconocen haber recibido a veces miradas de incredulidad por no haberlo hecho en compañía de sus esposos. Hace 25 años, cuando se enteraron de la existencia de asociaciones entonces denominadas de amas de casa “decidimos integrarnos como filial de una de ellas, Etxekoandre, que era de Bilbao”. Pero les informaron de que esa fórmula era inviable e instaron a constituir la suya propia. “Teníamos que registrarnos casi sin conocer el funcionamiento de estos colectivos y... ¡ni siquiera habíamos pensado en un nombre!”, recuerdan las que pertenecen a Zoko Maitea desde el principio. Éste fue el primero que se le vino a la mente a la recién designada presidenta, el de “una finca abandonada de Balmaseda cuyos propietarios vivían en Madrid y venían en verano”. Aunque lo escogieron “con la idea de modificarlo”, lo han adoptado definitivamente. La primera presidenta, Isabel González, por cierto, nominada al cargo “en su ausencia y por su madre, que también se asoció”, confiesan sus compañeras y amigas entre risas. María Jesús Bárcena y Amaia Alonso recogieron el testigo en los años sucesivos hasta que tomó la batuta la hoy presidenta, Eva Otaola.
Se reunían en clases de “costura, manualidades, repujado de cuero o pintura”. Había mujeres que “en treinta años apenas habían salido de casa”. “Estábamos un poco reprimidas. Hemos conocido la época en la que había quien se casaban en cierto modo como vía de escape y pasaban de depender del padre a depender del marido. Se necesitaba autorización hasta para abrir una cuenta en el banco y poder heredar”, admiten.
Empeñadas en recuperar el tiempo perdido, plantaron cara a las convenciones sociales planificando actividades culturales también fuera de Balmaseda. La primera vez que prolongaron la excursión más de un día fue un acontecimiento. Desde entonces, han visitado “París o Gasteiz”.
Siempre, sin perder de vista su objetivo primordial: contribuir al empoderamiento femenino y visibilizar la violencia machista cuando se consideraba simplemente un asunto doméstico que debía ocultarse tras las paredes del hogar. “Sí, mujeres maltratadas han recurrido a nosotras. Teníamos un contacto muy estrecho, por ejemplo, con Blanca Estrella Ruiz, presidenta de la asociación Clara Campoamor, y acudíamos con frecuencia a reuniones convocadas por Emakunde. Que en esos momentos tan duros se sintieran con la confianza de pensar que podíamos ayudar nos llena de satisfacción”, relatan las más veteranas.
Establecida su sede definitiva en la casa de la mujer de la Calle Correría después de probar suerte “en la antigua cárcel o los locales parroquiales”, la asociación de mujeres Zoko Maitea de Balmaseda cuenta con “210 socias” cuyas edades abarcan hasta los 85 años y no han dejado de sumarse a los talleres y salidas. “Los hombres también están invitados a venir... ¡por supuesto que sí!”, animan.