Ugao-Miraballes - Frente a la Casa Consistorial de Ugao-Miraballes, a pocos metros de la iglesia de San Bartolomé y a la vera del trayecto de lo que fue el Camino Real, se alza el Palacio Jane. El edificio, de estilo neoclásico y levantado en el siglo XIX, fue restaurado en 1999 para usos culturales. Sin embargo, durante los muchos años que fue de propiedad privada, los grandes muros de piedra que rodeaban la casona suponían una barrera física y psicológica entre la clase pudiente y el pueblo llano de la villa. Ana Guinea Uria, técnico de Cultura de Ugao con despacho en el Palacio, desde hace 29 años, repasa el pasado, presente y futuro del emblemático inmueble.

Para empezar, resuélvame una duda. Casa Lajusticia o Palacio Jane. ¿Cuál es el verdadero nombre del edificio?

-Es conocido como Casa Lajusticia Lecumberri en referencia a la última familia que lo habitó. Cuando el inmueble fue adquirido por el Ayuntamiento para darle un uso público se revisaron escrituras anteriores y aparecía la palabra Jane. Por eso se decidió recuperar ese nombre aunque se desconoce su origen. Y en cuanto a su calificación como Palacio es porque es un edificio histórico con tejado a cuatro aguas.

¿Y tiene algún valor patrimonial destacable?

-Antes de la compra se consultó con un historiador y determinó que lo único realmente singular es la balconada de reja del segundo piso, característica del siglo XVIII. La fecha de construcción de la casa no está clara aunque parece que corresponde al siglo XIX.

¿Qué recuerdos tienen los ugaotarras del edificio cuando aún era de propiedad privada?

-Sobre todo que era inaccesible. La casa se encontraba rodeada por un gran muro de piedra y no todo el mundo lo podía atravesar. Solo los que pertenecían a la clase pudiente y algunos comerciantes que les suministraban productos o las modistillas que les iban a coser la ropa. Luego llegó a estar muchos años deshabitada y en estado de abandono. El jardín estaba lleno de zarzas.

Supongo, entonces, que la población acogería con agrado la compra del edificio por parte del Ayuntamiento.

-Fue a finales de los 80, con Jose Isasi de alcalde. Creo que más que la adquisición de la casa, lo que más expectación causó fue el momento en que esos muros fueron derribados. Mi percepción es que se rompió una barrera psicológica más que física y los vecinos recibieron con agrado que la Casa Lajusticia fuera, por fin, del pueblo y para el pueblo.

Ugao ya disponía entonces de una kultur etxea junto a la Fuente de los Tres Caños que sigue en funcionamiento. ¿Qué servicios fueron trasladados al Palacio Jane tras su reforma?

-Uno de los primeros fue el estudio de fotografía que en 1985 ya se había tenido que llevar a los bajos del Ayuntamiento porque los sótanos de la kultur etxea se inundaban con mucha facilidad. Una vez aquí, se organizaron durante muchos años talleres de fotografía en blanco y negro y en color. También se trajeron los cursos de manualidades, artesanía, textil... Y recuerdo que el primer acto que se hizo en el ático fue una Semana de la Mujer con el objetivo de intentar crear una asociación a nivel local. No se logró pero las mujeres pidieron un curso de empoderamiento que hoy en día se sigue realizando.

En 2001 se creó, en un espacio de la planta baja, el Centro de Interpretación Histórica. ¿Cómo surgió la idea?

-Un año antes, y a propuesta de un vecino de Zeberio, se conmemoró por primera vez el aniversario de la fundación de la villa con numerosos actos, entre ellos un mercado medieval. Todo salió muy bien y el alcalde, Jose Luis Kortajarena, apostó por hacer algo permanente que contara la historia de Ugao. Se contrató a una empresa especializada y se creó el CIH. Es un espacio pequeño pero recoge muy bien la historia del pueblo, desde sus orígenes en 1.375 hasta nuestros días, siguiendo el trayecto del Camino Real.

Y mirando al futuro, ¿qué necesita el Palacio Jane?

-Una nueva reforma. La escalera central impide aprovechar bien algunas salas como es el caso del ático.

Técnico de cultura de Ugao-Miraballes