Bilbao - El próximo enero comenzará una de las obras más complejas de los últimos años en el aeropuerto de Bilbao. Se trata del reasfaltado de la pista principal de La Paloma, una labor difícil, ya que se llevará a efecto por tramos y en horario nocturno para no afectar al tráfico del aeropuerto. El anuncio del inicio de los trabajos lo realizó el delegado del Gobierno central en el País Vasco, Javier de Andrés, en una visita que giró a las instalaciones de Loiu.
La comunicación coincidió con las habituales estadísticas mensuales de la actividad de aviones y pasajeros, que una vez más fueron muy positivas con un aumento del tráfico de viajeros el pasado octubre de un 14,6% con respecto al mismo periodo del año anterior, al alcanzar casi 460.000 pasajeros.
En el periplo de visitas institucionales que De Andrés realiza en la últimas semanas a las infraestructuras en el País Vasco con competencia del Estado, ayer le tocó al aeropuerto de Bilbao.
Junto a la directora de las instalaciones, Cristina Echeverría, y la subdelegada del Gobierno en Bizkaia, Covadonga Aldamiz-Eechevarría, el delegado del Gobierno central informó de que los trabajos tienen un plazo de ejecución de seis meses, un tiempo que puede acortarse o prolongarse en función de la climatología. Los 2.500 metros de longitud de la pista en la que aterrizan y despegan la mayoría de los aviones ya presentaba deterioros que ahora se verán resueltos para varios años. De Andrés aseguró que serán los trabajos “más importantes” que se acometan en el aeropuerto desde que se llevó a cabo el cierre de la zona de llegadas en 2010.
Los operarios trabajarán sobre una superficie de 112.000 metros cuadrados -la pista tiene un ancho de 45 metros- y que la ventana de tiempo de trabajo nocturno que tendrá la empresa contratada es muy escasa. En concreto entre las 23.30 y las 5.30 horas, periodo en el que desaparece la actividad aérea. Las previsiones son que cada noche se renueve el asfaltado de treinta metros de pista.
La intervención se tendrá que llevar a cabo con mucho mimo, ya que además de que los pilotos y pasajeros de los aviones no noten el salto de la vieja a la nueva capa de rodadura, la contrata tiene que ser exhaustiva a la hora de retirar todos los materiales de trabajo para que cualquier elemento olvidado no afecte a las maniobras de las aeronaves.
Plan Dora Para el año que viene también esta previsto que el aeropuerto acometa otra obra fuera de la terminal, pero también de gran importancia para las empresas asentadas en las inmediaciones. Se trata de la construcción de una rotonda de acceso a la zona industrial que evitará el paso de camiones y otros vehículos por el vial de llegadas, junto a la terminal. El plan cuenta con una inversión de 1,2 millones de euros y un plazo de ejecución de siete meses a partir de enero.
El responsable político destacó el “esfuerzo inversor” del Ministerio de Fomento y de Aena, con una previsión de 35 millones de euros hasta 2021 dentro del Plan DORA (Documento de Regulación Aeroportuaria), para mejorar la competitividad y la calidad de los servicios a los pasajeros. De Andrés también resaltó las cifras de usuarios en el aeropuerto de Bilbao, con 4,2 millones de pasajeros desde enero a octubre, una cifra que según el delegado de Gobierno, de seguir “en esa línea”, podría suponer “llegar este año a esos cinco millones” de pasajeros.