“La sensibilización es la clave para que nuestras aguas estén cada vez más limpias”
Zierbena - Desde hace tres años, el club zierbanato de buceo, Itxas Dive, colabora con la Red de Vigilantes Marinos en la campaña de Limpieza Nacional de Fondos Marinos que tiene lugar este fin de semana en 30 puntos del litoral estatal. En el caso de Zierbena ha sido Itxas Dive, uno de los clubes con más socios de Bizkaia y de Euskadi, el encargado de llevara a cabo esta jornada de sensibilización ambiental y de limpieza del puerto pesquero de Zierbena, una actividad que los zierbanatos llevan a cabo desde hace casi 15 años.
Supongo que, con la amplia trayectoria de Itxas Dive, se habrá observado una evolución en el tipo y la cantidad de residuos que se recuperan del fondo marino.
-La mejora en estos años es una realidad, aunque no toda la que nos gustaría. Aun así hemos de constatar que se ha producido una mejora porque ha descendido el volumen de residuos que rescatamos y, además, estoy convencido de que un porcentaje alto de lo que encontramos abajo es por el descuido de dejarlo arriba. Quiero decir que no se tira directamente el residuo, sino que el viento y el agua se encargan de hacerlo llegar al mar.
Y ustedes se encargan de enseñar a la ciudadanía esos residuos que por dejadez acaban en nuestros fondos marinos.
-Esta imagen de lo que sacamos de nuestros fondos es buena para todos, tanto para embarcaciones como para visitantes, nativos y habituales del puerto de Zierbena, porque ver lo que recuperamos sirve para concienciarnos de lo que estamos haciendo mal con el mar. Por ello la sensibilización es la clave para que nuestras aguas estén cada vez más limpias.
¿Cuál es la principal diferencia que destacaría sobre los residuos que recuperan hoy día con las que extraían hace una década?
-Sobre todo está en la enorme cantidad de plástico y de latas que se recuperan ahora. Son el gran cáncer del mar ahora mismo. Las botellas de plástico si no tienen tapón se acaban hundiendo en el fondo y tienen un lento proceso de descomposición y, cuando lo hacen, sus partículas se impregnan de residuos que pasan a la cadena trófica. Hemos llegado a recuperar desde motocicletas, bicicletas, carros de compra, ruedas, baterías de barcos, etcétera; pero ahora hay una gran cantidad de botellas de plástico y de latas en nuestros fondos portuarios, como los plomos en las zonas de costa donde hay actividad pesquera. En todos los casos es una responsabilidad nuestra.
El continuo saneamiento que se ha llevado en la ría ha procurado que algunas especies marinas se dejen ver por sus aguas. ¿En los fondos marinos de la costa hay alguna recuperación similar?
-Desgraciadamente no. El tema de la vida marina está muy castigada, es muy escasa. Vida pequeña se ve, pero al final es una masa muy escasa y no solo a nivel de puerto, ya que en el área de actuación de nuestras actividades -nuestras inmersiones abarcan desde la zona de Castro Urdiales en Cantabria hasta casi Armintza- está muy castigada, casi sin vida. Apenas queda algo de vida vegetal, como las algas, pero poco más.
Tal vez por ello, en la charla previa a la inmersión, hacían referencia a la limpieza selectiva respetando elementos externos que ya se han convertido en pequeños arrecifes.
-Es una realidad palmaria. La vid marina se aferra a cualquier nicho de oportunidad. Aquí, frente a la playa de La Arena, que es un desierto marino, se hundió hace unos 40 años una gabarra, la Setares 2, cuyos restos de las cuadernas de la embarcación se han convertido con el paso del tiempo en refugio para la vida marina. Es como un oasis para la vida marina en esta línea costera.