Un único deseo perseguía a Luis Buñuel momentos antes de cruzar la frontera que lo llevó a engrosar la lista de los difuntos. Su curiosidad fue tan insaciable que solo lamentó dejar de saber lo que ocurriría en el mundo después de pasar a mejor vida. Nada más pedía despertar cada diez años para leer sobre los desastres acaecidos antes de volver a dormir, satisfecho. La aspiración del artista parece cumplirse en la obra de teatro Buñuel, que estos días se ensaya en Pabellón 6, donde el artista resurge de sus cenizas para mantener una conversación post mortem con un joven doctorando. En un despertar de lo más surrealista, el transgresor creador instiga las mentes con reflexiones rumiadas durante su vida: “El cine parece haberse inventado para expresar la vida subconsciente”, manifiesta.

Esta es una de las frases que ayer se escuchó en la fábrica de artes escénicas bilbaina, donde Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao, y Nekane Alonso, concejala de Cultura, siguieron de cerca los ensayos de algunas obras que se verán en el Festival de Teatro y Danza Contemporánea (BAD) que tendrá lugar entre los próximos días 20 y 29, bajo la dirección de Alicia Otxandategi. El maestro de ceremonias no fue otro que Ramón Barea, promotor de Pabellón 6 y director de Buñuel, obra en la que según explicó, antes de dar pie a una situación desconcertante, el protagonista principal está interpretado por Getari Etxegarai, quien también da vida a la mujer del cineasta. “Es una licencia poética para dar a entender que cada uno cuenta la historia del otro”, indicó. El elenco lo completan Irene Bau y Mikel Losada.

A través de dos fragmentos de la obra, los asistentes pudieron acercarse a las entrañas de una creación cuyos ensayos se iniciaron en agosto con un texto previo. “Queríamos trabajar a partir de las entrevistas que se le hicieron a Buñuel”, indicó Barea, quien citó las aportaciones de Jean-Claude Carriére y Max Aub, además de su esposa Jeanne Rucar, como germen de la dramaturgia. “Es una especie de collage a partir de un material escaso, Buñuel no fue alguien que dejó mucha huella”, repuso Barea sobre la exigua presencia mediática del aragonés. Con todo, la obra de teatro refleja “su punto de vista sobre el arte, la vida y la muerte, el valor del surrealismo, el cine... Se vuelve un discurso de reflexión con mucha validez en el momento presente”.

El recorrido por la historia del cineasta, uno de los más importantes de todos los tiempos, se realiza también con un alter ego que desgrana junto a él los secretos y detalles de su vida. En palabras del director de la obra, “Buñuel es un hombre que estuvo descolocado en el tiempo en España. Durante la representación hace una reflexión muy bonita: Yo pertenezco a este tiempo, he nacido con el cine y he crecido con él, pero el cine que yo hice fue un revulsivo, una provocación. Ahora que ha cumplido su función mi arte no es para la eternidad, sé que no tiene ningún sentido”.

Y todo ello sucede alrededor de una tumba, igual que en una de las más la exitosas producciones del espacio, Cabaret Chihuahua, donde los protagonistas también residen en el más allá. “No pensamos en ello. ¡La verdad es que Pabellón 6 está lleno de vida! Es una forma de acercarse a un tema tabú, algo que el subconsciente necesita liberar”, aseveró Barea. El estreno absoluto esta última obra ambientada en un cementerio, en la que participa el Ayuntamiento de Bilbao junto a Pabellón 6 y Makiescénica, será el 24 de octubre.

Compromiso Pero la visita no solo sirvió para viajar hasta la sombra de la vida. Los bailarines de talla internacional Natalia de Miguel y Jorge Jáuregui, de la compañía Kanpai, mostraron una píldora de la pieza de danza contemporánea White lies que también formará parte de la programación del festival BAD. La intensidad de la obra, que “transita la confrontación de mundos aparentemente irreconciliables hacia la transcendencia y la superación del dolor”, dejó boquiabiertos a los presentes que no perdieron pista del “planteamiento escenográfico indicador de límites”.

El alcalde disfrutó de las piezas de Pabellón 6, del que dijo “es un proyecto importante de Zorrotzaurre, pero también de Bilbao. Aquí se vive la cultura, una cultura que hay que cuidar. No es el Guggenheim ni Azkuna Zentroa pero es complementario. De esa forma, destacó que tres factores hacen posible el éxito en espacios como Pabellón 6: el trabajo, la colaboración con dinámicas público-privada y el compromiso de artistas, promotores...

El apoyo del Consistorio con las artes escénicas se traduce también con la Compañía Joven de Pabellón 6, formada por nueve jóvenes actrices y actores de Euskadi que actualmente están preparando una obra que presentarán en enero. Parte de estos jóvenes, que están siendo dirigidos por Getari Etxegarai, conversaron ayer con el primer edil, al que le transmitieron lo complicado de trabajar sin texto. Según dijeron, la protagonista de la obra será una mujer, aunque por el momento, no quisieron dar más pistas.