RECUERDAN aquellos niños del Congo que nos pusieron la piel de gallina al entonar el himno del Athletic con el corazón en la garganta? Seguro que sí. Eran inolvidables. No lo hicieron los hombres y mujeres del PAK, que no es un partido político griego sino el acrónimo de la Peña Athletic Karajo que vela armas en su sede, un local de nombre provocativo allá en el 42 de Doctor Areilza: Oveja Negra.
A contracorriente con esa malicia y mala leche que se le atribuye al pobre animal, el bar fue el escenario escogido por PAK, para recaudar, junto a la ONGD Koopera, ayer representada por José Antonio Martín, camisetas, botas y equipaciones para enviarlas a tierras africanas. ¿Quiénes impulsaron ayer la iniciativa...? Sin dudarlo, el primero Manolo Delgado, un corazón de león irreductible, la Fundación Athletic o el Loiola Indautxu, con su embajador, Fernando Bustamante, al frente.
A la cita de la primera entrega en un local rojiblanco por los cuatro costados no faltó la buena gente del PAK, hombres como Jon Mendiburu, Gontzal Petralanda, Aritz Romero, Mikel Goienaga, Ekaitz Zuluaga, Diego Martínez, con la pequeña Laia Martínez en brazos, o Marta Elola, entre otros. Los viandantes, al cruzar ante el bar, desviaban la mirada a su interior. No en vano, allí, en medio del altar compuesto con materiales deportivos, se anunciaba un desafío: Heineken donaba 1 euro a la causa por cada botellín de cerveza abierto. Entre ellos, entre los peatones de paso, se encontraban Aitor Agirre, Matxalen Madariaga, Iñaki Alonso, Mikel Odriozola, Unai Barredo, Alazne Martín, Iñigo Mendibelzua, Carmen Gutiérrez y un puñado de afines reclutados para la causa a última hora.
Con más vocación previa acudieron a la orilla del bar Nika Cuenca, Julia Morales, Idoia Delgado, junto al nieto de Manolo Delgado, Markel Ríos; Ana Goienaga, Iker Aldamiz, Jon Arranz, el pequeño Aimar Chaves, con un balón en las manos que le costaba soltar (a ciertas edades, se acordarán, los balones de fútbol tienen imán...), su padre, Josu Chaves; Diego Martínez, María Iturriaga y un buen grupo de amigos que se contagiaron del alegre corazón de los jóvenes leones de África, de su ilusión sincera.
En la puerta de Oveja Negra podía leerse otros métodos de colaboración en este proyecto ilusionante. Así, se supo que toda persona que esté interesada en colaborar con esta iniciativa puede pasar media hora antes de los partidos ante Sevilla (14 de octubre), Barça (fin de semana del 29 de octubre) y Ostersunds (2 de noviembre) por la esquina de la calle Luis Briñas frente al bar Mamá Inés con el material deportivo que quiera donar, “sobre todo camisetas y botas”. La propia taberna Oveja Negra (Areilza, 42) recogerá cualquier aportación hasta el 2 de noviembre. Viendo como la calle se sumaba, Manolo sonreía feliz.