Galdakao - Hace ahora dos años, estando sentados en una terraza y mientras se tomaban una caña, doce amigos pensaron en montar un gimnasio en el que poder practicar deportes como el boxeo o el K1. Lo que al principio les pareció una “pequeña locura”, ha resultado ser un gran acierto, vista la gran aceptación que ha tenido. Y es que, GaldaK.O. Boxing nació como un pequeño lugar pensado como un refugio para sus propios impulsores y se ha convertido en solo unos meses en un espacio en el que no paran. De los doce socios que comenzaron porque “queríamos un sitio en el que practicar nuestro deporte”, han pasado a estar apuntadas unas 80 personas.

Sin embargo, “esto no es un negocio”, explica Diego Cobo, uno de los socios fundadores. En este sentido, “somos una sociedad sin ánimo de lucro, en la que todos, incluso los fundadores, pagamos una cuota igual”. Desde un principio tuvieron claro que el objetivo era “ofrecer un espacio pero sin ser un negocio, en el que pudiéramos autogestionarnos y en el que todo lo que se ingresa se invierte en el mantenimiento del espacio y en mejoras”. El propio Cobo, Elordi Prieto, Iván García, Carlos Estrada, Alberto Ozaeta, Iván Rivas, José Luis Blanco, Alex Mendo, Raúl Mateos, Joseba Andoni El Busto, Yonathan Haldon y Aitor Siruela fueron aquellos “locos” a los que un día se les ocurrió abrir el gimnasio.

A día de hoy “estamos muy contentos, aunque no esperábamos tanta gente y a veces es complicado organizarse”, cuentan. Sin embargo, entre los doce se arreglan a las mil maravillas. Como ejemplo, basta comprobar la aceptación que ha tenido. Pero no se quedan solo ahí, y en un intento de que la gente compruebe lo bonito de este tipo de deportes, ya han organizado dos veladas en Galdakao. Una el año pasado, en la que alrededor de 700 personas abarrotaron Urreta. La otra, este año, en el marco de las fiestas y que también ha resultado un éxito, con más de mil espectadores.

La evolución que han experimentado les ha llevado a tener que abrir el gimnasio todos los días. “Al principio solo había clases por la tarde y ahora hay también de mañana, de tarde, de niños, adultos, K1, de boxeo, etc.”, cuenta Carlos Estrada otro de los fundadores. Y es que además de practicarlo ellos mismos, han conseguido formar una especie de escuela en la que aprenden desde niños de 8 años, hasta los mayores.

No son ellos, sin embargo, quienes imparten esas clases o entrenamientos. Para ello cuentan con profesores titulados ya que “queríamos que todo funcionara de una manera seria y profesional”. GaldaK.O. Boxing funciona como una pequeña o gran familia, por lo que los profesores también acuden por amor a estos deportes. Cobo asegura que “en nuestro local todas las personas son bien recibidas”. De los doce socios fundadores, los que más tiempo llevan en los deportes de contacto ayudan a los nuevos.

“No damos clases como tal, pero cuando viene gente nueva estamos a su disposición para lo que haga falta. Les damos pautas a seguir y les enseñamos lo que nosotros sabemos”. Además, hay que dejar claro que “en esto no es llegar, subirse al ring y pegarte”. Todo lleva su tiempo y hay quienes no se suben al ring, sino que “entrenan de otra forma, con sacos, ejercicios aeróbicos, vienen a perder peso, etc.”. Para apuntarse o preguntar, los interesados pueden acudir directamente al local, ubicado en la calle Zubiaurretarren, número 3.

Allí, además, antes de tener que abonar la primera cuota como socio, “se permite a todo el que viene estar una semana probando, para que puedan comprobar si les gusta o no lo que hacemos aquí”. Y debe ser que sí, puesto que la gran mayoría repite y se hace socio. Cobo destaca que “aunque haya gente que lo crea, no son deportes violentos, la mayoría de combates acaban con un abrazo”. Además, “aquí te pegas con golpes legales, bajo unas normas”, concreta. Son deportes que “aportan serenidad, disciplina, control....”, coinciden.