EN la localidad paquistaní de Machulu, la aldea de los sherpas del Karakórum, José Ramón Madinaveitia fue sherpa del agua. Y antes, en Bilbao, la villa del hierro y el río, había guiado al metro en su caminar bajo ella.
El ingeniero gasteiztarra falleció en 2005, a los 61 años, tras desarrollar una carrera profesional que le llevó a ser artífice del tranvía de su ciudad, la Y vasca, el muelle de la Elguera en Deusto y múltiples obras marítimas en Cuba, Arabia Saudí o Chile. A ello sumó su compromiso humanitario. “Era un ingeniero excepcional. Director técnico de Metro Bilbao, fue el verdadero motor de su construcción y tomó decisiones fundamentales”, explica Mario Onzain, de Esteyco, colaborador de Madinaveitia en dos de los tramos del metro y autor del libro sobre su persona.
“Además, resolvió el problema de Machulu. La aldea, a 4.000 metros de altura, vive del cereal y la madera. Todo cultivado en aterrazamientos en las laderas del Karakórum. El riego dependía de un glaciar de las montañas, que estaba desapareciendo. Madinaveitia diseñó un sistema de bombas y un embalse ladera arriba. Los lugareños lloraban cuando el agua corrió de nuevo. No creían que pudiera volver a subir por la pendiente”, añade Onzain. El ingeniero alavés donó el proyecto a Baltistan Fundazioa, impulsada en memoria de Félix Iñurrategi.
El propio Alberto Iñurrategi fue una de las personas que acudió ayer a la Sala A-3 del Palacio Euskalduna. Lo mismo que sus compañeros de la Fundación, Inazio Arregui, Javier Riaño, José Manuel Ruiz, Jon Lazkano, Dámaso Gallastegui y el baltí Akhond Ishak, que conversaron animadamente con Jon Mancisidor, de la Fundación EDE.
Asistieron Alberto Pradera y Álvaro Amann, los ingenieros de Esteyco Eneko Ugarte, Marciano Limones y David García, además del director de Eusko Trenbide Sarea, Aitor Garitano; el director de Infraestructuras de Transporte, Mikel Gurutzeaga, y la directora de Transportes, Janire Bijueska.
Llegó muy pronto el ingeniero alavés Luis Olaguibel junto a Lumi García. Su colega iruindarra Francisco Galán vino desde Nafarroa y Andreu Estany, desde Barcelona. Estuvieron Marisa Gallastegui, Noel Meabe, Pablo Otaola, Juan Carlos Sinde y Kristian Miklebust. Intervinieron en la presentación, el decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, José Tesán, y el presidente de Baltistan Fundazioa, José Manuel Ruiz, además del presidente de Esteyco, cuya Fundación ha editado el libro sobre Madinavietia, Javier Rui-Wamba.
En la alocución de apertura del acto, la consejera de Desarrollo Económico e Infrastructuras, Arantxa Tapia, señaló que “todos los proyectos necesitan a alguien que tire, que empuje, que haga equipo. Y Joserra encarnaba esa figura”.
En Machulu, los sherpas le vieron tirando del agua hacia arriba. Y aquí empujó al tren a pasar bajo ella.