La depuradora de Munitibar mejorará el agua del río Lea

Según han detallado desde el Consorcio de Agua el motivo de las labores es que, actualmente, en el núcleo de la localidad existe una red de colectores que finaliza junto a una residencia de ancianos, en una fosa séptica que “tiene una deficiente capacidad de depuración y que vierte al río Lea, no adecuándose el afluente a las necesidades y requerimientos vigentes para el vertido a cauce”. La población actual de Munitibar asciende a 408 habitantes, teniendo en cuenta las entidades de población que están conectadas a la red general de saneamiento. Por ello, “la previsión de desarrollo en el futuro alcanza un techo poblacional de 506 habitantes debido, principalmente, a un ligero aumento poblacional en el casco urbano”.

Teniendo en cuenta esta situación, desde el ente han proyectado un sistema de saneamiento que consta, fundamentalmente, de una Estación de Bombeo de Aguas Residuales -Ebar-, un colector de conexión entre la residencia y la Ebar, una conducción de impulsión, un colector en gravedad hasta la Edar -Estación de Depuración de Aguas Residuales-, que recoge otros puntos de vertido; y una Edar que se ha diseñado para tratar las aguas residuales de una población de 408 habitantes -equivalentes en la situación actual- y de 506 habitantes -equivalentes a futuro.

Según los cálculos del Consorcio, se obtiene un valor teórico para el caudal medio actual de “1,49 litros por segundo, es decir de 5,36 metros cúbicos a la hora”. Para el futuro se ha calculado “un caudal medio en tiempo seco de 1,89 litros por segundo, es decir, de 6,80 metros cúbicos a la hora”.

Las obras que se espera que se inicien a finales de año consisten, por lo tanto, en ejecutar la intercepción del colector existente en el entorno de la residencia de ancianos, trasladando mediante una nueva red los vertidos de la misma hasta ese punto donde se ejecutara una estación de bombeo que trasladara dichos caudales hasta la nueva depuradora a construir. Este bombeo, que contará con una caseta sobre el terreno, también tendrá la función de laminar los caudales entrantes, hasta el punto que sean asumibles por el tratamiento biológico de la misma, disponiendo para ello de un tanque de tormentas de 73 metros cúbicos.

La Edar tratará adecuadamente los caudales recibidos hasta el punto que permita su vertido al cauce del río Lea, “cumpliendo todos los requisitos técnicos y ambientales”. A la llegada de los caudales se dispondrá de un equipo compacto de pretratamiento que “permitirá eliminar materiales gruesos así como arenas y grasas”. De este equipo, el agua se dirige a un tanque de homogeneización que cuenta con dos líneas “para permitir una mejora en la operación donde se mezclan las aguas”, trasladando un caudal medio al sistema de depuración que se compone de dos biodiscos. El agua de los biodiscos se traslada a un decantador secundario, siendo el agua clarificada en la misma la que finalmente se vierte una vez tratada al río Lea.

La depuradora cuenta, aparte de con equipos técnicos para el tratamiento de las aguas, con un sistema de desodorización que al encontrarse cubierta en sus puntos principales “evitará olores y molestias al entorno inmediato”. La depuradora se dispondrá dentro de un edificio de 20x17 metros con una cubierta y cerramiento de madera integrada en su entorno.