Galdames - El maillot que Xabier Murias luce orgulloso trae a la memoria del ciclista de 17 años sus primeras vivencias relacionadas con este deporte en una tierra muy aficionada a las dos ruedas. “La Vuelta al País Vasco ha pasado muchas veces cerca de mi casa, en Galdames”, indica el joven, que confía en llegar a la meta en la etapa que es su trayectoria deportiva: el profesionalismo. Para lograrlo, cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de su municipio natal, que le patrocina.

“Estoy feliz de que confíen en mí”, responde. Enrolado en el equipo Balma Bici, a sus 17 años, Xabier Murias se ha convertido en un embajador de Galdames allá donde le lleva el calendario. Ha recorrido prácticamente todo el Estado y también países como Bélgica, que visitó concentrado con la selección vasca en categoría junior de primer año. Reparte su plan de entrenamiento entre “cross, que es lo que más me gusta, en invierno y carretera en verano” desde que hace cinco años se decantara por el ciclismo cuando tuvo que elegir entre sus deportes preferidos, y eso que el otro era el fútbol.

Algo habrán influido la herencia familiar, ya que “mi padre también corría”, y encontrarse en el entorno más adecuado, una comarca con la orografía ideal, afición y numerosas pruebas a lo largo del año. Xabier Murias no se pierde el campeonato de ciclocross internacional de Karrantza, la oportunidad perfecta para admirar en acción a los mejores, como “Aitor Hernández y Javier Ruiz de Larrinaga”. Ellos son algunos de los referentes en los que Xabier Murias se ha fijado en un camino que quiere realizar al ritmo adecuado, dosificando sus fuerzas y sin esprintar en exceso y arriesgarse a sufrir pájaras. “A los 23 años pasaría a profesional, eso depende de muchos factores, entre ellos, del estado de forma y si hay equipos interesados en mí. También podría correr a título individual, pero no sería lo mismo”, expone. Ya no habla solo de no disponer de la ayuda de otros compañeros en carrera, sino también de la exigencia física y el gasto económico que representaría el salto , “teniendo en cuenta que hay pruebas de la copa del mundo en Holanda o Estados Unidos”. En cualquier caso, tendrá tiempo de ponerse a prueba, ya que “en la categoría junior de segundo año ya nos vemos las caras con ciclistas profesionales”.

Mientras sueña con su futuro sobre la bicicleta, Xabier Murias no descuida sus estudios, porque sabe que aun logrando su sueño “la vida profesional de los ciclistas, al igual que en otras disciplinas, es corta”. Cursa Bachillerato en Muskiz y quiere continuar con su formación académica especializándose en alguna rama relacionada con el deporte, “posiblemente un grado superior en educación física”, adelanta.

“Cada vez me cuesta más compaginar las clases con los entrenamientos de entre hora y cuarto y tres horas”, admite la joven promesa, que suele correr “hasta dos carreras de ciclocross y algo de carretera” los fines de semana. Pero los malabarismos con la agenda “compensan” por la satisfacción de alcanzar el punto de forma idóneo, ese que le hace verse “cada vez mejor”.

Embajador Y siempre asociado al nombre de Galdames, que lleva grabado en el maillot junto con el escudo municipal. “Cuando compito fuera me encanta que me pregunten dónde está el pueblo, señala Xabier Murias. Entonces ejerce de embajador que presume de su lugar de nacimiento poniendo en valor la colección de Rolls Royce de la Torre Loizaga, otros monumentos y el patrimonio natural, además de la tradición ciclista que él mismo encarna.