Bilbao - La sociedad Bilbao Ría 2000 está dispuesta a asumir las obras de la nueva estación soterrada de Abando para atender la llegada del Tren de Alta Velocidad (TAV) y conseguir erradicar la actual trinchera ferroviaria para convertirla en casi 90.000 metros cuadrados de nueva ciudad.

Los miembros más destacados del consejo de administración y, a la vez, representantes de los partidos políticos que forman la entidad, apuestan porque Ría 2000 sea el instrumento gestor para acometer esta magna obra que marcará el futuro de la villa.

El presidente de Ría 2000 y alcalde de la capital vizcaina, Juan Mari Aburto, asegura que “es una fórmula adecuada para ese proyecto porque en Ría 2000 estamos todas las instituciones vascas y del Estado que tienen que ver con la llegada del TAV a Bilbao”. El alcalde apuesta por la sociedad también “porque es un foro de consenso como ha demostrado a lo largo de su historia”.

Y mucha cocina y reuniones van a hacer falta, sobre todo para determinar el proyecto a ejecutar y también cómo se va a financiar. Tanto Aburto como el Gobierno vasco defienden acometer la nueva estación de una tacada y no en dos fases como pretende el ministerio de Fomento.

Además, está la cuestión económica. Ningún protagonista en este proyecto duda de que el Gobierno central, como institución competente en la construcción de las líneas de tren y estaciones, y Adif, como su gestor de infraestructuras ferroviarias, serán quienes asuman la mayor parte de la financiación. Pero desde el Ayuntamiento, el propio alcalde ha confirmado que, si fuera necesario, el consistorio estaría dispuesto a aportar dinero para desatascar de una vez por todas un proyecto que ya suma a lo largo de la historia hasta cinco maquetas diferentes.

Con más ahínco si cabe defiende Alfonso Gil Ría 2000 y su futuro como actor principal en la nueva estación de Abando. El teniente alcalde socialista de Bilbao y también consejero de la sociedad vasco estatal aseguró a este periódico que “hay que ver cual es el proyecto final y qué recursos son necesarios, pero el ayuntamiento tiene unas cargas de urbanización que pueden ser una fórmula para apoyar económicamente el proyecto”.

Espacio urbano Además si se acomete la construcción de una vez, se generarán espacios para albergar plazas, calles y parques públicos, pero también viviendas y edificios de servicios cuya capitalización serviría para rebajar las aportaciones tanto de Adif como de los socios de Bilbao Ría 2000. Un sistema de trabajo que conoce bien la entidad ya que, hasta que llegó la crisis, las plusvalías obtenidas con la venta de los terrenos aportados de forma desinteresada por los socios, ha sido lo que ha financiado los parques de Lasesarre y Ribera de Galindo, parte de los nuevos accesos viarios de Basurto o la urbanización de los muelles de la ría en la zona de Bilbao La Vieja.

Gil enfatiza su defensa de Ría 2000 lejos de la defunción que se pronosticó hace casi tres años. Concreta que “es una entidad válida para construir la estación del TAV. Es un tajo que puede asumir perfectamente porque ha demostrado de sobra a lo largo de su historia que trabaja de forma eficiente y con mucha calidad”.

Y es que la operación de Abando para el TAV se puede comparar, pero a una escala mayor, con la intervención urbanística acometida por Ría 2000 en Ametzola en la que también se soterró la playa de vías existente, se generó un parque en la nueva superficie que acabó con la trinchera que separaba el barrio de Rekalde del Ensanche y se levantaron varios edificios de viviendas.

Por su parte, Luis Eguiluz, edil del PP en el Ayuntamiento de la villa y representante de su partido en el consejo de administración de la sociedad, también apuesta por la sociedad vasco estatal para la nueva terminal ferroviaria.

Según especificó a DEIA, “Ría 2000 ha terminado una etapa y puede acometer otros retos como la nueva estación aunque, quizás habrá que cambiar su situación accionarial actual”.

El representante popular se refiere a que, si cuaja el encargo, socios actuales como la Autoridad Portuaria de Bilbao o el Ayuntamiento de Barakaldo no tiene sentido que permanezcan en el consejo de Ría 2000 para acometer el proyecto de Abando.

Está claro que a pesar de los deseos locales, todo depende de que el Estado apoye la iniciativa. Pero parece que ese obstáculo es salvable. Desde Madrid, desde el Gobierno en funciones del PP, no ven con malos ojos delegar una labor que en el resto de las ciudades del Estado donde ha llegado el TAV ha asumido en exclusiva Adif. Así lo hizo saber la ministra Ana Pastor al alcalde Aburto y a la consejera del Gobierno vasco, Ana Oregi, en la última reunión que mantuvieron, junto con los alcaldes de Gasteiz y Donostia para analizar las entradas del TAV a las tres capitales vascas. Desde la propia sociedad, también ven un futuro halagüeño, incluso a la espera de la próxima formación del nuevo gobierno en Madrid que salga de las elecciones de junio.

Su director gerente, Ángel Nieva, explicó a este periódico que “la refinanciación de la deuda de la sociedad que ha conseguido este mes el presidente, y sobre todo que haya sido a un plazo de diez años vista, es una prueba de que todos los socios confían en el trabajo que se puede hacer”.