Erandio- Letras, barrio y rock&roll. Quizá sean esos los tres elementos que conforman la idiosincrasia de la obra de Gonzalo Mira. Este escritor acaba de publicar su segunda novela, Ayer, un relato inquietante y envolvente que tiene como principal escenario Astrabudua, el barrio del que Gonzalo es oriundo. Los orígenes marcan. Y si uno procede de un lugar con tanta fuerza y carácter como Astrabudua, más todavía. Así pues, este escritor afincado en Madrid, puso la mirada en este entorno erandiotarra cuando dio forma a esta novela.
Ayer narra la historia de Cristian, una antigua estrella del rock, que, cansado de la fama y retirado de la vida social, recibe la dura noticia de tener que enfrentarse a una enfermedad terminal. La esperanza de vencerla llega de la mano de un hombre misterioso que le ofrece un trato no del todo ético ni convencional. Así pues, Cristian se verá obligado a comenzar un viaje por su pasado y su presente... Este es el arranque de esta novela que, tal y como explica el autor, transcurre en tres escenarios: “La autopista A-1, el hospital de La Moraleja y Astrabudua”.
Este trabajo tiene un tono muy diferente al de su anterior libro, Noviembre, que se publicó en 2013. “Noviembre era más tierno; Ayer, más cruel”, explica Gonzalo, satisfecho de las buenas críticas que asegura está recibiendo la publicación.
El sábado, Gonzalo tuvo la ocasión de presentar este nuevo trabajo en Astrabudua, su barrio; ese barrio que, inevitablemente, marca. Deja su impronta.
“Soy de Astrabudua de toda la vida”, resalta el escritor. Su infancia y su juventud han transcurrido pegadas a este rincón de Erandio que funde cemento y personalidad propia. “Es un barrio de los de toda la vida, en el que conoces a todo el mundo”, narra Gonzalo, que rememora aquellos tiempos, cuando era un chaval, en los que acudía a las escuelas prefabricadas junto al polideportivo, y en los que correteaba y jugaba por calles y campas del barrio.
Fue con Astrabudua de trasfondo cuando empezó a sentir una querencia total por la música. Siendo un adolescente colaboraba con una radio local, Ke Irratia. Allí, junto con otros dos colegas, conducía un programa en el que sonaba constantemente rock de los 80 y de los 90. Grupos como Europe o Bon Jovi se hacían dueños y señores de las ondas durante la emisión de aquel espacio. Se considera “un músico frustrado”, pero aún así, el rock sigue siendo una de sus pasiones, algo que ha acabado marcando de algún modo su obra literaria. Tanto es así que asegura que empezó a escribir cuando comenzó a escuchar a los Doors, en los años 90. “Y hoy día los Doors siguen siendo mi inspiración”, resalta.
poesía y pensamientos Gonzalo no tiene una relación profesional directa con las letras. Él es administrativo. Cuando le picó el gusanillo de la escritura comenzó dando forma a poemas y pensamientos que iba aglutinando en cuadernos. Con el tiempo y con trabajo, logró publicar Noviembre, una novela que tardó siete años en tomar forma. Ayer ha supuesto un proceso de un par de años. No ha sido fácil. Las obligaciones laborales y personales absorben, y Gonzalo ha tenido que robarle horas al sueño a base de levantarse a las tres de la mañana para darle a la tecla antes de ir a trabajar. Pero ahí está el fruto: una novela que, como él dice, “tiene misterio, es intensa y no sabes por dónde va a salir”.
Esta novela puede conseguirse a través del perfil de Facebook del autor para recibirla por correo, en la librería Peman de Astrabudua o en el Rincón de la Lectura, en el centro comercial Plenilunio de Madrid.
Ayer acaba de ver la luz, pero Gonzalo ya tiene en la cabeza una nueva historia, una nueva novela. Eso sí: quiere darse un plazo para tomar aire antes de ponerse frente al teclado y dar vida a esa nueva trama que ya revolotea su imaginación.
“Para mí escribir es desconectar. Necesito crear. Cuando no creo estoy tenso. La escritura es mi momento de ocio”, explica este escritor erandiotarra.