Maruri-Jatabe- Hay dos cosas que tienen muy claras y que reivindican con contundencia. La primera de ellas, es que son un grupo de Maruri-Jatabe. La segunda, que soñar es obligado. “¡El que no sueñe, a la calle que va!”, dicen rotundos entre risas. Y añaden convencidos que soñar es el primer paso para que los deseos se cumplan. Ellos son Dekot, una potente banda jatabetarra que a pesar de concederse patente de corso para soñar, sabe que para alcanzar cualquier objetivo hay que currar. Y ellos se lo curran. Porque no es casualidad que estén haciéndose un hueco en los escenarios, ni que acaben de grabar su primer trabajo, ni que sus temas suenen tan bien, tan fuertes, tan deliciosamente oscuros y tan ellos. Tan Dekot.
Son muy jóvenes. Y el panorama musical es difícil e ingrato. Pero ellos trabajan y sueñan. Y ese, generalmente, es un buen punto de partida.
Hace ya casi dos años que Dekot inició su andadura. Ibai Ayerza está a la guitarra, Ibon Aguirre a la batería, Janire López es la bajista y Ane Barrenetxea, además de estar a los teclados, es la vocalista del grupo, la que le insufla esa voz personal y dulce que es una acertada paradoja en medio de la rotundidad de los temas de la banda. Lo suyo es el rock alternativo, el indie, el post punk... En definitiva, esas tendencias que como ellos dicen, son un “aquí estoy yo”.
Ahora acaban de lanzar su primer trabajo, que se llama como ellos, Dekot, y que es un EP de cuatro temas que han grabado en los estudios mungiarras Magic Box. A día de hoy está disponible en Bandcamp y en breve saltará al formato CD.
Lurra, Haizea, Ura y Sua. Los cuatro elementos. Ese es el título de las cuatro canciones que integran este trabajo. Otra de las paradojas del grupo: apuestan por los nombres en euskera pero sin embargo, sus temas son en inglés. “Seguimos la filosofía de poner títulos en euskera y cantar en inglés, lo cual es la política más anticomercial que hay”, apunta Ibai, provocando las risas de los demás.
“Mi voz suena mejor cantando en inglés”, explica Ane. “Fluye más, me siento más cómoda”, asegura. No obstante, Ibai se pone serio cuando sentencia que la asignatura pendiente del grupo es cantar en euskera.
Le dieron muchas vueltas al nombre de la formación y eligieron Dekot -tengo en bizkaiera- por su fuerza sonora. “Queríamos algo corto, fácil de pronunciar, en euskera, que dejara marcadas nuestras raíces”, explican. “Es una palabra rebelde, que expresa: Aquí estoy yo y esto es lo que tengo. Es algo posesivo, pero la gente lo coge y lo hace suyo”, explica Ibai.
Conciertos Dieron su primer concierto el año pasado en Armintza. Después llevaron sus ritmos a Bakio, a Gamiz-Fika, a Ondarroa, Gasteiz, Mungia, Sopela, Oñati, Bermeo, Deusto y a las salas bilbainas Fever y Kafe Antzoki. Incluso han llegado a tocar en medio de la ría de Bilbao en un gasolino en el marco de una iniciativa impulsada por la cerveza La Salve.
Y ahora tienen fechas ya cerradas por delante. La primera será el sábado día 30 de abril en las fiestas de San Marcos de Gatika. El día 13 de mayo tocarán en Tolosa y el 20 en el Badulake, en Bilbao.
Ensayan en Maruri-Jatabe, y agradecen al Ayuntamiento de esta localidad el apoyo que les brinda. El sobrio monte Jata es el pétreo testigo de cada uno de sus acordes, de cada golpe de baqueta, de cada vibración de cuerda vocal...
Dekot tiene. Y mucho. Tiene sueños. Tiene hambre de escenario. Y tiene buena música. Fuerte y oscura.