IRIA es una niña de 5 años que estudia en las Salesianas de Barakaldo. Afortunadamente, disfruta de buena salud, por lo que no suele frecuentar mucho la consulta del médico. “Eso sí, cuando tiene que ir, no le gusta nada”, certifica su madre. Así que cuando se enteraron de que los estudiantes de Medicina de la Universidad del País Vasco habían organizado una nueva edición del Hospital de ositos, no dudaron en apuntarse a la experiencia. Y allí estaba ayer Iria con su peluche, muy atenta a las explicaciones que una joven estudiante, con bata blanca y fonendoscopio, daba sobre la salud en un aula del Hospital Universitario de Basurto. El principal objetivo de esta iniciativa, que fue estrenada hace años en Reino Unido, “es que los niños y niñas quiten el miedo a la bata blanca”. Lo dice Hegoi Angulo, organizador del Hospital de ositos. “Lo importante es que vean trajes de quirófano, batas blancas y aparatos como máquinas de rayos o escáneres, y que todo esto les sirva para que cuando vayan a un centro de salud o a un hospital, la experiencia sea lo menos traumática posible para ellos”. Durante tres días, la Unidad Docente de Basurto acogerá a más de 150 escolares que deberán acudir al centro con sus correspondientes ositos de peluche. Ayer les tocó el turno a 53 niños y niñas de entre 4 y 6 años del colegio Nuestra Señora de Begoña de la localidad fabril. Según explicó Hegoi antes de dar comienzo las actividades del Hospital de ositos, “primero van a la consulta, donde cada uno de los niños y niñas nos tienen que decir lo que le pasa a su osito, si le duele algo o qué síntomas tiene. A partir de ahí se le hace un informe y con él tienen que pasar a otros puestos, como el de radiodiagnóstico o el escáner”. Pero ahí no queda todo. Posteriormente les llevan a un aula que recrea la sala de Urgencias y a otra donde hay montado un quirófano. “Les vestimos con mascarilla, traje y gorro, y ellos mismos operan a los ositos”, comenta el coordinador de esta experiencia universitaria y docente.
Educación Además de pasar consulta, operar y ver cómo funcionan las máquinas, los escolares reciben consejos sobre tres temas muy importantes relacionados con la salud. “Montamos tres puestos educacionales”, comenta Hegoi, “uno sobre higiene dental, otro sobre oftalmología y un tercero sobre alimentación”. En el de higiene dental, Nerea, una estudiante de Sexto de Medicina, les explicó cómo deben cepillarse los dientes. “La verdad es que vienen bien, con la lección aprendida, todos saben que es muy importante lavarse los dientes”, comentaba mientras una de sus alumnas decía que “yo me los lavo para que no se me caigan los dientes”. “El taller sobre oftalmología”, aclaraba Hegoi, “pretende quitar el estigma de llevar gafas. Lo queremos hacer de forma divertida”. Para ello les colocaban una gafas grandes. Y sobre la alimentación, varios estudiantes explicaban la pirámide alimenticia. “En definitiva, son conceptos básicos de salud que tienen que tener integrados desde pequeños”, señaló el director del Hospital de ositos. Esta iniciativa es posible gracias al empuje de un grupo de estudiantes de Medicina. “Cada jornada estamos unas 25 personas de todos los cursos”, señaló Hegoi.
Hoy pasarán por el hospital 42 escolares del colegio Fátima y el jueves, 54 menores de Artxandape Ikastola. La de este año es la quinta edición del Hospital de ositos. A la hora de hacer balance, Hegoi dice que “los niños se van supercontentos”. “Yo creo que se lo pasan genial y que verdaderamente sirve para que quiten el miedo a la bata blanca”, concluyó. Que se lo pregunte a Iria la próxima vez que vaya al médico.