TODA ayuda prestada a los emprendedores es poca. Por suerte, los valientes que intentan poner en marcha una idea pueden contar con el empujón de diferentes entidades y programas. La Fundación Telefónica ha querido enfocar estas ayudas concretamente en los jóvenes. Para ello impulsa Think Big, un proyecto destinado a fomentar la capacidad de emprendimiento de los jóvenes, particularmente hacia proyectos de contenido social. Se trata de que los jóvenes estén mejor preparados para su futuro, tanto en el plano personal como en el profesional, mediante el desarrollo de capacidades ligadas al emprendimiento y a las competencias digitales. No hay mejor manera de aprender que aprender haciendo. Esta iniciativa ya va por su cuarta edición y ha apoyado más de 3.500 proyectos de menores de 26 años. Entre los últimos 330 proyectos seleccionados se encuentran cuatro que tienen sus raíces en Bizkaia.

La Deporteca fue una idea de Eneko Narbona, un bilbaino de 21 años que desarrolla ahora el proyecto junto a tres compañeros de los Salesianos de Deusto. “El objetivo de nuestro proyecto es fomentar el deporte minoritario y la inclusión de las mujeres en el deporte, así como a personas de todo tipo de raza, sin ningún tipo de discriminación”, explica Eneko. “La cosa sería crear una plataforma web en la que recoger toda la información de clubes, polideportivos o agentes que haya por la zona y, después, hacer una especie de red social para que la gente pueda estar en contacto para practicar deporte, jugar partidos, crear eventos, organizar jornadas de puertas abiertas en clubes e instalaciones, disponer autobuses para actividades concretas, etcétera”.

Al ser seleccionados en el programa cuentan con una ayuda de 400 euros y con unas clases semanales en las que les guían en todo el proceso para la creación de la empresa. “El mentor viene bien para que nos meta caña, nos vigile y no dejemos el proyecto colgando”, explica el joven bilbaino.

Hasta la fecha no han sido pocos los obstáculos sorteados pero parece que, poco a poco, La Deporteca va tomando forma. “Nos hemos encontrado con algunas dificultades en cuanto a aspectos legales. Por ejemplo, con los niños, porque hay que pedir permiso a los padres para que puedan quedar con otra gente para hacer deporte. También es una dificultad el tema de pólizas de seguros en torneos o actividades que queremos poner en marcha”, admite.

Ander Angoitia, de 19 años, está trabajando en poner en marcha U Think, “una red de contactos como puede ser Booking para los hoteles, pero relacionada con los emprendedores y las empresas. Sería un lugar en el que un usuario podría registrar su idea y, a partir de ahí, protegerla”. Angoitia pretende acercar el mundo de las empresas a los emprendedores. “Cuando ya tienes un proyecto desarrollado, si quieres vender un servicio o vender un producto, te ofrecemos contactos con empresas que te pueden ayudar a financiar económicamente tu producto o lo que te haga falta”.

Como sus compañeros, Ander valora la oportunidad de contar con un mentor: “Es algo bueno porque es difícil que con 19 años saque adelante un proyecto sin que nadie le ayude”. Reconoce que en estos meses ha podido progresar mucho en su proyecto: “He avanzado mogollón. Al principio la idea tampoco tenía mucho cuerpo y ahora veo que es muy posible que se haga realidad. Creo que la voy a poder llevar adelante”.

Está acabando el plan de negocios y una web para que la gente pueda conocer U Think, pero todavía tiene retos por delante: “Me queda desarrollar lo que es la aplicación. Para ello tendré que buscar una manera de financiarla. Creo que U Think será una realidad. Si no sale el proyecto, habré aprendido por el camino. Pero mientras haya posibilidades, voy a luchar para que funcione”.

Think Big también seleccionó la idea de Iñigo de Lacalle para mejorar el tráfico de las grandes ciudades, pero este bilbaino apenas ha tenido tiempo para trabajar en su idea, Jump In. Espera poder exprimirlo ahora para pasar el proyecto a su segunda fase en los plazos previstos. “Es una iniciativa cuyo fin último es quitar coches de las calles. Estaría enfocada a una gran ciudad en la que existan varias líneas de metro”, explica su promotor. “Hay gente que tiene que trasladarse de una punta de la ciudad a otra y tiene que hacer varios transbordos para completar su itinerario, incluso hay veces que tiene que hacer parte del viaje en coche. Se trata de ahorrar esos desplazamientos y hacer desaparecer esos coche para dañar menos al medio ambiente”. Para ello ha ideado una aplicación en la que se introduce el código postal del lugar donde empieza el trayecto y el código postal de donde finaliza el viaje. “Cuando se llega a un número determinado de personas que se desplazan entre las mismas zonas, la aplicación pone un autobús que une los dos puntos. Eso sirve para quitar muchos coches que harían ese trayecto”. Iñigo ve en la actual legislación un gran obstáculo, pero señala que en San Francisco ya funciona una iniciativa similar que organiza seis líneas de autobús.

El mejor ejemplo Para estos proyectos, Cocikas es un espejo en el que mirarse. Este proyecto del bilbaino Alejandro de Lucas fu aprobado en anteriores ediciones de Think Big y el mes que viene comenzará a andar en seis colegios de Bizkaia. “Nuestra idea era enseñar a chavales de 8 a 16 años a cocinar en clases extraescolares, luego enseñar a los padres y por último a los padre e hijos juntos. Se trata de enseñarles a llevar una nutrición saludable”.

Su trabajo ha dado frutos y está a punto de ver el proyecto hecho realidad. El éxito parece garantizado, puesto que incluso ha tenido el visto bueno de Ferrán Adriá, con quien colaborarán en el futuro. Eso sí que es pensar a lo grande.