Balmaseda - Mi villa? Balmaseda. Estas tres palabras sintetizan el apego de los vecinos hacia el municipio y son el título del perfil que creó en Facebook José Miguel San Vicente Crespo para compartir fotografías de ayer y de hoy. En unos pocos meses ha causado un gran impacto con más de 1.500 personas que se conectan regularmente a este punto de encuentro virtual con un halo de nostalgia desde distintos lugares del globo. Fotógrafo habitual de los numerosos eventos locales, va camino de cumplir una década de presencia en la red siempre pregonando su orgullo balmasedano.

Acostumbrados a encontrarle con su cámara al hombro en el recorrido del Vía Crucis Viviente o camuflado bajo ropajes medievales para retratar de cerca la feria que se celebra el mes de mayo, muchos vecinos le preguntan por la calle o le envían mensajes a través de la red “buscando saber si tengo esta u otra imagen”, así que en noviembre optó por agilizar las gestiones abriendo un grupo en Facebook. La iniciativa se saldó con un éxito rotundo, al superar los 500 miembros registrados “solo la primera semana”. Es más, no pocos de los que se mantienen al día de las novedades no estaban familiarizados con esta nueva forma de comunicación vía ordenador o teléfono móvil hasta que “se han hecho un perfil solo para acceder a la página”. Cualquiera puede subir una fotografía y enseguida la colaboración ciudadana ayudará a identificar a quienes aparecen inmortalizados con todo lujo de detalles. Por el momento se han recopilado cerca de 2.000 instantáneas. Unas se remontan al siglo XIX, otras repasan a través de los años la Semana Santa, la subida al Kolitza, la rutina en los talleres ferroviarios de La Robla, festividad de San Severino y sus putxeras de alubias o los vibrantes partidos del Balmaseda Fútbol Club. No obvian otros acontecimientos menos felices que también han escrito la historial local: las inundaciones de 1983 y 2015 y nevadas que dejaron estampas de postal. Otros usuarios han permitido entrar desde la pantalla a su intimidad familiar. En bodas, bautizos y comuniones se aprecia el cambio no solo estilístico, sino también social que ha experimentado Balmaseda en pocas generaciones.

Que abuelos, padres, hijos y nietos se sienten juntos delante del ordenador para revivir anécdotas es una de las mayores satisfacciones que el proyecto está reportando a José Miguel San Vicente Crespo, que en la red adopta el alias Sambanorte. “Me alegra comprobar que se está corriendo la voz y la gente mayor pide a los más jóvenes que les enseñen cómo funciona eso de las redes sociales”, cuenta. Sin embargo, el viaje al pasado no está exento de pena al toparse con los que ya no están.

El eco de la página ha alcanzado hasta las Antípodas y el otro lado del Atlántico. “Gente de Australia o Argentina relacionada de alguna manera con Balmaseda ha contactado conmigo y siguen el perfil de Mi villa... Balmaseda”, indica San Vicente Crespo, que fue galardonado en la última edición de los Hemendik Sariak de Enkarterri en reconocimiento a su labor divulgativa.

Con respeto Admite que cuestiones como “la autoría de las fotos” pueden originar fricciones puntuales entre los internautas. Por ello, pronto estableció por escrito una serie de indicaciones para quienes entren a formar parte del grupo. En primer lugar, “escribir con respeto sobre los temas o fotografías que se presenten, porque este no es un espacio para criticar, eso solo genera mal sabor de boca”. Además, “creo que los que integramos el grupo debemos identificarnos con nuestro nombre y apellidos porque aquí cuando se dice algo o se publica una foto hay que dar la cara y no esconderse”.

La idea de mostrar y clasificar el material que han reunido entre todos le seduce, no obstante, sería una tarea de envergadura. “Es complicado por el volumen de fotografías”, valora. Sí que baraja intentar estructurar las imágenes de Facebook tomando como referencia la época del año. A poco más de un mes para la Pasión Viviente prevé que Jesucristo, la Virgen María, Magdalena, apóstoles, sacerdotes y romanos inundarán el perfil.