Bilbao - Dentro del programa Ikusi eta ikasi, el Ayuntamiento de Bilbao ofrece asesoramiento a aquellos padres preocupados por la incidencia del idioma en el aprendizaje de sus hijos. En las próximas semanas, Iñaki Eizmendi ofrecerá más charlas en Basurto, Rekalde y Zamakola.
¿A qué se enfrenta un padre que no sabe euskera y escolariza a sus hijos en el modelo D?
-A un miedo o duda que suelen tener. Sus hijos estudian en un idioma que ellos no dominan bien o desconocen y eso genera miedos de si tendrán más dificultades en los estudios.
Lleva muchos años impartiendo estas charlas en diferentes puntos de Euskal Herria.
-Son casi diez años hablando sobre el bilingüismo. En este tipo de charlas la duda principal siempre es cómo ayudar a los hijos a realizar las tareas de casa si no se sabe euskera.
¿Y eso?
-La mayoría tenemos claro que nuestros hijos deben dominar bien más de un idioma. En el proceso de aprendizaje tenemos dudas de si les podremos ayudar. Es una sensación que se reproduce en el tiempo, porque sigue habiendo padres de niños de preescolar y primaria con este problema.
¿Por qué los padres consideran que es tan importante ayudar a sus hijos con los deberes?
-La sociedad tiene mucho que ver. Muchos de nuestros padres no nos pudieron ayudar por falta de estudios o de tiempo. Hoy en día la mayoría tenemos unos estudios a los que damos mucha importancia. Les queremos ayudar y, a veces, no saber euskera provoca una sensación de no ser buenos padres.
¿Qué recomienda a esos padres?
-En muchas situaciones les podemos ayudar sin problema. A veces son tareas que implican aprender conceptos de memoria; en otras situaciones hay que enseñarles a que tengan argumentos. Cuando hay problemas con la comprensión se les puede ayudar en castellano, para eso tenemos que entender nosotros primero. Aunque tienen limitaciones, hay herramientas como traductores o diccionarios.
¿Y si no es suficiente?
-Lo importante es hacer un seguimiento; es decir, el que no puedan ayudarles al momento no significa que después no puedan. Hay que decirles que hagan la tarea lo mejor posible y que después la traigan corregida de clase. Si lo han entendido, bien, pero si no hay que mandarle una nota en la agenda al profesor, para cerciorarnos de que asimilan bien la materia.
¿Qué realidad aprecia en Bilbao respecto a este problema?
-Hay muchos padres que no dominan bien el idioma pero que tienen conocimientos, con lo cual pueden ayudar a sus hijos de alguna manera.
¿Y cuál es la clave para esa ayuda?
-Insisto mucho en que una cosa es que se les quiera ayudar con tareas escolares señaladas, pero el objetivo principal es ayudarles a desarrollar la autonomía de aprendizaje.
¿Lo percibe con algo en concreto?
-A veces llegan a un nivel en matemáticas que aunque sepamos euskera no podemos ayudarles. El que tengan unos hábitos de estudio y una motivación les ayudará mucho más que el empeño a ayudarles con tareas concretas. Si en primaria se consigue en secundaria no habrá problemas.
Y si chapurrean el euskera, ¿es recomendable que lo usen con sus hijos?
-Animamos a los padres a utilizar todo el euskera que puedan mientras no se obstaculice la comunicación. Que cometa errores no significa que mis hijos vayan a repetirlos, el proceso de aprendizaje es diferente. Llegará un momento en el que nos corregirán. Hay que transmitirles una actitud positiva hacia el idioma.