Ermua - Su insistencia tuvo premio, y con apenas doce años su madre tuvo que mediar para que le dejaran participar en el taller de teatro de Ermua porque no alcanzaba la edad mínima para tomar parte en las clases que impartía el grupo durangarra Geroa. Más de tres décadas después, el ermuarra Alain Kortazar acaba de regresar de Argentina para hacerse cargo del grupo local Zutegi Antzerki Taldea. “El teatro es el motor de mi vida y no se hacer otra cosa. Recuerdo que de pequeño siempre decía que no quería estudiar y que no necesitaba las matemáticas porque iba a ser actor; ahora resulta que he elegido una profesión donde me paso el día estudiando textos”, explica entre risas el primo de Imanol Arias y sobrino del difunto Cosme Cortázar, uno de los máximos exponentes del teatro contemporáneo latinoamericano y uno de los fundadores del grupo Tábano.
Reconociendo que la vinculación de su familia al mundo del teatro ha podido influenciarle a la hora de sentir esa pasión cada vez que se sube al escenario, Alain se ha convertido en un trotamundos. Esta situación la asume con total normalidad ya que “los actores somos así y vamos donde está el trabajo”, apunta entusiasmado con lo que hace. Al igual que muchos, Kortazar decidió marcharse a Madrid para buscarse la vida e intentar alcanzar su sueño y allí probó el teatro de calle, animaciones, fiestas privadas e incluso trabajo en el pasaje del terror gracias a su hoy directora, la argentina Susana Toscano.
El éxito llegó con la obra de teatro Anda Jaleo. Interpretada por Alain y dos hombres más, se daba vida a tres personajes emblemáticos -Bernarda Alba, Yerma y Doña Rosita, la soltera-, que se citaban para exhumar los restos de Federico García Lorca. Tras perder la cuenta del número de funciones ofrecidas en todo el Estado, surgió la posibilidad de llevar el espectáculo a Argentina. Y es que Las Madres de la Plaza de Mayo estaban buscando obras que tuvieran que ver con la memoria histórica. “Fuimos de gira y me enamoré locamente de Buenos Aires, por lo que me quedé y estuve becado en la escuela Timbre4. Después decidimos montar el espectáculo Anda Jaleo con dos actores argentinos. La obra la escribimos Susana y yo, y durante tres años hemos tenido un éxito brutal”, reconoce, mientras recuerda “la cultura tan grande de teatro que hay en la ciudad de Buenos Aires con 2.500 funciones de teatro diferentes cada fin de semana”.
En tierras argentinas Alain también ha escrito, dirigido y producido su primer cortometraje titulado Fuman. Asimismo, ha participado en la grabación de un capítulo de la serie La última hora para la televisión pública del país que se emitirá en marzo. Otro de los grandes éxitos del ermuarra vino cuando tuvo que sustituir a la actriz argentina Norma Pons en la obra La casa de Bernarda Alba. “Mande una foto vestido de Bernarda y en diez minutos me pusieron un avión para ir a Mar de Plata y fue maravilloso. Hice diez funciones en una semana, los taxistas me reconocían, la gente me pedía autógrafos y di entrevistas para medios de todo el mundo”, explica satisfecho el actor de 45 años.
Vuelta a casa El pasado mes de noviembre Alain retornó a Ermua con la intención de ver a un amigo que sufría una grave enfermedad. Muy a su pesar, Juan Carlos Colina, cubano encargado del teatro en el municipio, fallece sin poder despedirse. Tras un sentido homenaje, la gente que estaba implicada en el teatro piden a Kortazar que se haga cargo de Zutegi Antzerkia Taldea. Satisfecho con la oportunidad, Alain acepta y se compromete también a dirigir un taller para jóvenes y otro de creatividad para niños. Las clases se imparten los martes, jueves y viernes por la tarde en Lobiano.