Aunque la oscuridad se cierne sobre la ciudad, la actividad de los ciudadanos sigue igual de boyante cada vez que se celebra Shopping Night. Que el comercio es sinónimo de vida es una de las grandes reivindicaciones de las asociaciones que congregan a los profesionales del sector y así queda demostrado cada vez que deciden prolongar su jornada laboral para ofrecer una noche de compras especial. La tercera edición de la iniciativa promovida por Bilbao Centro y celebrada ayer con la participación de más de 180 comercios y locales hosteleros se saldó con la dinamización de las principales vías de Bilbao, en las que los clientes y curiosos aprovecharon los alicientes brindados por los anfitriones de la fiesta para entrar en las tiendas, bien para comprar o a fisgonear.

Y que no se piense que entrar a husmear a las tiendas es algo a evitar, pues ese era uno de los principales objetivos de la iniciativa. “Es la primera vez que salgo a la calle. Para mí más que una iniciativa para vender es un acto de promoción de la tienda, que está ubicada en la calle María Díaz de Haro”, comentaba Román, dueño de la juguetería Abracadabra, que ayer exponía una selección de sus artículos en uno de los estands dispuestos en la calle Ercilla. “Soy cliente habitual y puedo decir que es una tienda pensada para educar a los niños, con muchas cosas creativas y originales”, consideraba, a su lado, Carlos, uno de sus asiduos que aprovechó la ocasión para saludar al comerciante en un entorno diferente al habitual.

Tal y como recordaron los organizadores, cada vez son más los comerciantes que se suman a la iniciativa. “Queremos reivindicar el comercio urbano y en Bilbao tenemos uno de los espacios al aire libre más grandes de toda la comunidad. Otro de los propósitos es recalcar la cercanía que ofrecemos al cliente. No son ventas anónimas y eso nos diferencia respecto a las grandes superficies e Internet”, indicó Sergio Etxebarria, presidente de Bilbao Centro, durante el acto de inauguración de la jornada que pretende presentar y acercar la colección de otoño-invierno a los consumidores. Apoyando la iniciativa, en nombre del Ayuntamiento de la villa estuvo Xabier Ochandiano, concejal de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo, quien subrayó la consolidación del evento al tiempo que animó a “consumir con responsabilidad”.

Tanto en la Gran Vía, meca de grandes firmas, como en las arterias principales de la villa, los globos rojos anunciaban la participación de tiendas y bares. “Nosotros ofrecemos un regalo con la venta”, comentaba Larraitz Errandonea en Tous, donde además había un photocall instalado. “Es una buena forma de ambientar la ciudad”, añadía. Las excusas que invitaban a los consumidores a entrar eran variadas y muchas tiendas optaron por anticipar las rebajas -aunque solo fuera por unas horas- con carteles que anunciaban el 15% de descuento, como Lacoste o Styling.

El local de copas Antigua Cigarrería, que siempre se apunta a estos saraos, ofertaba una botella de Moët & Chandon acompañada por una ración de bacalao marinado por 56 euros. “Es lo que suelen solicitar nuestros clientes”, señalaba Abu Ndiaye, uno de los encargados del local que funciona “muy bien” como after work. Con ese toque, precisamente, planteaba la tienda Cardenal, en la calle Rodríguez Arias, su participación en Shopping Night con un aperitivo en la entrada. “Aquí llevamos solo dos semanas, aunque participamos en el Black Friday con la tienda que tenemos en el Casco Viejo y fue todo un éxito, así que no nos lo hemos pensado dos veces”, explicó Diego Balzategi, gerente del comercio donde ofrecían un 20% de descuento.

La nota musical de la jornada la puso la banda The Groovies que, a bordo de un tranvía de época, se paseó por el centro de la ciudad mientras que el piano de Mikel Núñez y el saxofón de Joe González amenizaban la noche en otros puntos. Mientras tanto, la actriz Sol Maguna se paseó por los tres escenarios de la cita -la calle Ercilla, la plaza Eguillor y la plaza Campuzano- para divertir a los asistentes con un monólogo. “Hablaré sobre el fracaso tan terrible que tengo con todas mis parejas y cómo me evado de ello yendo de compras. Quiero que el público me haga de personal shopper y me asesore”, relataba poco antes de su primera sesión.