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Cuando las fiestas se convierten en solidaridad

La cuadrilla Hauspoak celebró un mercadillo para ayudar a Gaizka, con síndrome de Angelman

Cuando las fiestas se convierten en solidaridad

La cuadrilla Hauspoak celebró ayer el quinto mercadillo solidario que tiene lugar durante los Sanfaustos. Este año, la causa elegida, como en las dos ediciones anteriores, ha sido ayudar a la familia de Gaizka Hernández Yagüe, vecino de Aperribai (Galdakao) y que padece el síndrome de Angelman. Además, se llevó a cabo una rifa en la que se sorteó una camiseta cedida por el jugador del Athletic Oscar de Marcos, que quiso colaborar con la causa. Hauspoak tiró 600 boletos de los que no quedó ninguno sin vender.

Este año, las jaiascomenzaron con el pregón del Banco de Alimentos, toda una declaración de intenciones por parte de Herriko Taldeak y las cuadrillas, y es que son estas, las que durante las fiestas de Basauri se vuelcan con actividades que persiguen un fin solidario. Desde Hauspoak se mostraron “satisfechos y felices” por la acogida del mercado pese al mal tiempo. Un mercadillo que desde la mañana ya habían montado enfrente de la carpa de Solobarria. “Estamos desde la mañana y aguantaremos hasta que se haga la rifa”, señaló Vero Fuenteseca, miembro de la cuadrilla. Es ya el tercer año en el que destinan lo recaudado a “ayudar en la medida de lo posible” a Gaizka y a su familia. “Esto empezó porque queríamos hacer algo solidario que fuera distinto de lo que había”, comentó Vero. Y es que, Basauri se caracteriza por los actos solidarios de las distintas cuadrillas; txistorrada, pancetada y morcillada, entre otras.

Para el mercadillo, los miembros del Hauspoak pasan todo el año elaborando distintas manualidades como pulseras, collares o pendientes. “Lo que hacemos son cosas que se puedan vender baratas” para poder “atraer a la gente”. Hay comercios que también donan productos y “las demás cuadrillas también participan dejando muchas cosas”. En las mesas se podían encontrar desde rosas hechas con gominolas, hasta agendas o vasos de las cuadrillas de Basauri. “Todo vale para ayudar”, resaltaba Vero. La causa la decidieron cuando vieron que Gaizka necesitaba ayuda urgentemente. A media tarde, el mercadillo ya había conseguido superar los 800 euros.

Los padres de Gaizka, Pedro María Hernández y Emi Yagüe, quisieron agradecer “todo el esfuerzo de estas chicas y chicos” porque les hacen sentir “muy arropados”. A veces “no se trata solo de dinero, también el apoyo es muy importante”. Gaizka necesita aparatos como sillas o una cama especial, además de muchos cuidados diarios como fisioterapia, logopedia y un largo etcétera. Gaizka tiene “muchos problemas físicos” y a veces “solo es posible seguir gracias a gente como la que veo aquí”, destacó la madre. La familia aseguró que “la gente joven siempre está ahí”, y que “lo que hacen por nosotros”, es algo “muy grande y bonito”. Desde Hauspoak ayer volvieron a demostrar que estar de fiesta sirve también para ayudar.