lA costa vasca es cada vez más consciente de la ingente historia que atesora. Sin embargo son muchas las embarcaciones que terminan sus días de faena siendo desguazados y pasando al olvido. Precisamente ese es el riesgo que corre el Gure Itxarkundia, uno de los exponentes de la actividad pesquera más reciente de Bermeo. La merlucera, la última embarcación construida en madera en los astilleros locales, corre serio riesgo de desaparecer. Es por ello que tres personas ligadas al patrimonio marítimo, junto a los tres partidos de la oposición -PNV, Guzan e Izartu-, han instado a la corporación local de Bildu a que realicen las gestiones para evitar su desaparición.
“El Gure Itxarkundia será llevado la semana próxima al carro varadero para comenzar con su desguace”, han advertido los impulsores de una iniciativa que busca “salvarlo de su desaparición”. En concreto, se espera que el buque sea izado el 28 de agosto. Trabajando a contrarreloj “para que no se pierda una joya patrimonial” que actualmente está fondeado en el puerto bermeano -y al que ya le han quitado su placa y parte del equipamiento del que disponía para salir a la mar-, anteayer registraron una solicitud de urgencia, suscrita de forma conjunta por los tres expertos y otras tantas formaciones políticas, para que el Ayuntamiento se haga cargo de paralizar su desmantelamiento ante las instancias pertinentes, como es el caso de Capitanía Marítima.
Los impulsores pretenden que posteriormente se consensuen las posibilidades que brindaría el buque -de 20 metros de eslora y unos 6 de manga- en el caso de que sea “salvado de la muerte”. Construido en 1992 en los Astilleros de Bermeo, la merlucera bermeana que dejó de faenar recientemente, es otra de las víctimas de la situación abierta en los puertos vizcainos, que durante la última década se están despoblando de embarcaciones pesqueras. Puestos en contacto con la familia propietaria, éstos “están dispuestos a cederlo sin coste alguno como donación al Ayuntamiento o a cualquier otra administración que pueda hacerse cargo del barco”. Pero no disponen de mucho tiempo para orillar el desguace. “El tiempo corre en nuestra contra”, aseveran.
Salvado de su desarbolamiento, “posteriormente abriríamos una nueva etapa en la que buscaríamos qué uso se le puede dar al Gure Itxarkundia, ya sea recreativo o turístico?”. Esa labor se llevaría a cabo “con la ayuda de las instituciones”, remarcan. Es por ello que han instado al Consistorio costero, como institución más cercana a los ciudadanos, a que realice “el mayor esfuerzo posible para mantener este exponente de la cultura arrantzale bermeana. Y es que, además, es un barco construido aquí, y uno de los últimos exponentes de las embarcaciones de madera que han tenido actividad hasta la semana pasada”.
Bermeo dispone de otra embarcación de bajura en propiedad, aunque se encuentra en un lamentable estado: el Ortube, adquirido en 2003.