BILBAO. Barkala, primer teniente de alcalde y edil de Obras y Servicios, ha transmitido a los asistentes un saludo del alcalde, Juan María Aburto, actualmente de vacaciones, y ha expresado su "reconocimiento" a quienes trabajan en la Casa de la Misericordia, una residencia de ancianos en la que, ha dicho, "se respira bondad y cariño".
Junto a Barkala han participado en la fiesta del patrón de la Casa de la Misericordia las ediles Itziar Urtasun, también del PNV, e Inés Ibáñez, del PSE además de los concejales del PP Luis Eguíluz y Oscar Fernández Monroy.
También han acudido a la festividad de San Mamés viejas glorias del Athletic, como Koldo Aguirre y José María Argoitia, además del subdelegado del Gobierno en Bizkaia, Ignacio Erice.
La lluvia ha deslucido los actos ya que, en lugar de celebrarse en los jardines de la Casa de la Misericordia, como es habitual, el sirimiri ha obligado a trasladarlos al interior del edificio.
El presidente de la junta de la Casa de la Misericordia, Antonio Barandiarán, ha lamentado que el tiempo haya impedido sacar al santo en procesión.
"San Mamés nos ha echado un rapapolvo, a lo mejor por lo mal que jugó el Athletic ayer", ha comentado Barandiarán ante las sonrisas de los asistentes.
Tras la celebración de una misa en la capilla de la Casa de la Misericordia, ha recibido un homenaje sor Esther Moreno, quien ha estado al frente de la residencia durante más de 25 años.
Terminados los reconocimientos a varias empresas que colaboran con la Casa de la Misericordia, los residentes han podido degustar talo con chorizo.
La Misericordia, como se conoce popularmente este edificio, inaugurado en 1872, es una institución fuertemente arraigada en la historia de Bilbao que actualmente atiende a más de 200 ancianos.