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Un cetáceo de 6,4 metros de largo queda varado en Laga

El animal, un zifio de Cuvier, es común en aguas profundas del Golfo de Bizkaia

Un cetáceo de 6,4 metros de largo queda varado en Laga

Bilbao - La playa de Laga amaneció ayer con un visitante inesperado. Un zifio de Cuvier, espécimen de cetáceo común en las aguas profundas del Golfo de Bizkaia, apareció varado en la orilla del arenal de Ibarrangelu. El mamífero, un macho de 6,4 metros de longitud, fue retirado de la playa mediante maquinaria pesada. A través del protocolo de varamiento, la Diputación Foral de Bizkaia alertó de los hechos a la Sociedad para la Conservación de la Fauna Marina (Ambar), que durante la tarde de ayer inició la pertinente necropsia con el fin de descubrir las causas del fallecimiento del animal.

“Así como a los delfines se les puede avistar desde la costa, a los zifios nunca se les ve. Es uno de los grandes desconocidos, pero frente a la costa vasca hay bastantes a pesar de que no se den muchos varamientos”, indicó Enrique Franco, vicepresidente de Ambar. De hecho no es la primera vez que un zifio llega al litoral vizcaino, ya que en abril de 2013 un espécimen de características similares apareció encallado en el arenal sopeloztarra de Barinatxe. En palabras de Franco, en el mundo hay pocos lugares en los que se estudia a estos cetáceos: en Canarias, en Hawai y en el País Vasco.

El zifio de Cuvier es el más común de todos los existentes y se distribuye ampliamente por aguas de todo el planeta. Son capaces de estar sumergidos 120 minutos y pueden descender hasta a 3.000 metros de profundidad. “Es una pasada, es más de dos veces el Gorbea”, consideró el vicepresidente de Ambar. Se trata de un animal que puede llegar a medir 7 metros y pesar hasta 3 toneladas y que habita en aguas con un fondo marino superior a 1.300 metros. “El punto más cercano a esa profundidad en la costa vasca lo tenemos al norte de Matxitxako, en un pequeño cañón que hay. Después hay que meterse 20 millas mar adentro para alcanzar esas hondura”, explicó Franco. Lo habitual es que estos cetáceos mueran en alta mar; rara vez llegan a la orilla.

“Cuando llegan a la costa, hay veces que están varados con un grado de podredumbre grande y ya no se puede hacer ninguna necropsia; pero si es reciente, como es el caso, se pueden analizar los órganos para saber de qué han muerto”, relató. Según Franco, las causas de fallecimiento de estos animales pueden ser diversas: “Hay veces que mueren porque han tragado algún plástico; pero al ser mamíferos también pueden tener enfermedades como los humanos”, señaló antes de indicar que pasarán unos días hasta que se pueda determinar el caso de este zifio.