“Crecer en un lugar como Igorre es un privilegio”
Igorre - Durante los años 90 fue un gregario de lujo del mejor Banesto de la historia y ayudó a Miguel Indurain a ganar cuatro de sus cinco Tours. Tras colgar la bicicleta hace 16 años, José Ramón Uriarte ha tenido tiempo para ser comentarista deportivo en Radio Euskadi, impulsar una fundación de ayuda contra el cáncer y sacarse la oposición de bombero, su actual ocupación. “Es una profesión que me hace feliz y me recuerda al ciclismo por la buena consideración que tenemos o el punto de adrenalina que surge cuando suena la sirena”, explica con la simpatía que le caracteriza. También ha tenido la oportunidad de ser padre de María, una niña que hoy tiene 12 años y crece en Igorre, el pueblo donde él mismo nació y del que habla con mucho cariño.
Comenzó a dar pedaladas en las calles de Igorre y 16 años después de abandonar el ciclismo profesional aquí sigue...
-Me encuentro muy cómodo en Igorre, aquí nací y, exceptuando un breve periodo en Deba y un año en Amorebieta, siempre he vivido en mi pueblo. Me parece un muy buen lugar para que se críe mi hija, creo que crecer en un lugar como Igorre y el valle de Arratia es un privilegio. Tenemos un entorno impresionante y dos ciudades, Bilbao y Gasteiz, a media hora. A veces no valoramos lo que tenemos, vivir a un paso de Urkiola y Gorbeia y verlo nevado en invierno es una pasada.
¿Ha cambiado mucho con respecto al pueblo en el que creció?
-Antes era una localidad más rural y había un mayor vínculo con la naturaleza. El medio en el que viven los vecinos de Igorre hoy es más urbano e incluso muchos de los caseríos son como chalés. Los jóvenes se sorprenden de lo que para otras generaciones supone tener un pequeño terreno o algunos animales, y eso ocurre porque no lo han mamado.
Además, desde que hace cinco años fue inaugurada la variante, pasan diez veces menos camiones y los coches se han reducido a una quinta parte. ¿Se nota mucho el cambio?
-Se ha ganado muchísimo en seguridad y calidad de vida. Al principio hubo algunas reticencias, sobre todo por parte de las personas que tenían negocios a los que el paso de la carretera les podía dar más vida, pero creo que es innegable que el pueblo ha salido ganando.
Si tuviera que enseñar el valle de Arratia a unos amigos aficionados a la bicicleta que le visitan, ¿qué ruta elegiría?
-Hay muchas posibilidades, pero creo que lo mejor sería empezar en Igorre y poner rumbo a Arantzazu. Después nos dirigiríamos a Artea, el pueblo de mi aita, y donde hay muchas cosas que ver, como la iglesia de Elejabeitia. El siguiente destino sería Areatza, que quizá es el casco histórico más bonito de Arratia, y antes de subir Barazar merecería la pena ver otra localidad muy especial como es Zeanuri. Tras subir el puerto me saldría un poco de lo que es el valle para visitar Otxandio y después bajaríamos hasta Dima por el puerto para acabar finalmente en Igorre. En 25 ó 30 kilómetros podríamos disfrutar de una zona espectacular que no creo que haya una sola persona a la que no le gustase.
Y en Igorre, ¿qué enseñaría al visitante?
-El entorno del ayuntamiento me parece una zona que merece la pena y con la bicicleta me dirigiría al puente de Zubikoa y después visitaría las ermitas de los barrios de Igorre.
¿Cómo es el igorreztarra?
-Diría que los arratianos somos generosos y hospitalarios, aunque somos un poco desconfiados hasta que nos demuestran que podemos confiar.
En su día le tocaba ejercer de anfitrión cuando el Banesto de Miguel Indurain se hospedaba en la localidad, ¿qué le decían de su pueblo sus compañeros de equipo?
-Veníamos a menudo al Hotel Arantza porque nos trataban muy bien. A Miguel (Indurain), por ejemplo, le encantaba estar aquí, se encontraba como en casa y creo que se sentía muy querido, ya que hay una gran afición al ciclismo.
¿Le parece que sigue siendo una zona desconocida para muchos?
-Aún me pasa que hay gente que me dice que no sabe donde está Igorre o nunca ha estado, aquí, en Bizkaia. Esta es una tierra de deportistas porque el entorno invita a ello, y creo que Beñat Etxebarria ahora, Iban Mayo hace unos años y, en cierta medida, yo en su momento, contribuimos a poner nuestro granito de arena para poner Igorre en el mapa.
Ex ciclista profesional y bombero
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