Presentación de la terapia Gastric Mind Band, un sistema para perder peso

DEJÁNDOSE llevar por el glamour que la amamantó, la actriz de los ojos violetas y el talle de avispa, Elizabeth Taylor, aseguró que para adelgazar no hay nada como comer caviar sin pan y beber champán sin burbujas. No sé si habrá muchos feligreses que se hayan arrodillado ante esa dieta, que algo sí garantiza: adelgaza los bolsillos a un ritmo trepidante.

Adelgazar es una vieja aspiración de occidente, un sueño para miles, una pesadilla para otros tantos. En ello se invierten esfuerzos y desvelos -conozco a una persona que probó una docena larga de remedios y acabó por comer menos, algo con lo que no se había atrevido en tantos años de lucha contra la báscula...-, en ello se trabaja duro, con sacrificio. Así que la historia de hoy tendrá lectores. Alguno seguro que tendrá...

Lo que vengo a contarles es lo ocurrido ayer tarde en La Ola, el sugerente local que mira al Cantábrico desde Ereaga. Aquel fue el escenario elegido para la puesta de largo de una nueva terapia que engorda la esperanza de adelgazar. El sistema fue ideado por Martin y Marion Shirran, ayer presentes en Getxo para explicar un método que ha hecho fortuna en medio mundo. No por nada, el Gastric Mind Band, que tal nombre gasta, atesora la publicación internacional de dos libros por la editorial neoyorquina Hay House y se han hecho eco de sus logros diarios del prestigio de The Times y The Daily Mail, así como publicaciones como Vogue, Hello y Marie Claire, entre otros. ¿Cómo han llegado hasta semejantes escaparates...? La fórmula es compleja. Veremos cómo explicarla.

Sin entrar en más detalles, el tratamiento usa una combinación única de técnicas psicológicas y la hipnoterapia (cuentan los creyentes que el caso más famoso de hipnoterapia es el de la cantante Fergie, quien decidió recurrir a este método para terminar con todas sus adicciones...), un cóctel digno del Harry’s Bar o cualquier otro templo de la buena mezcla, un hogar para los quitapenas. Lo ha traído hasta tierras vascas la psicóloga Paloma Guzmán, quien ayer aseguraba que el método logra una pérdida de peso de forma gradual, saludable y permanente desde un punto de partida fijo: el propósito de cambiar los hábitos alimenticios.

gran interés Los desvelos de la báscula no conocen clases sociales, recorren toda la cartografía del ser humano. Es por ello -y porque la fórmula, que nació de la mano de esa pareja de británicos afincados en Fuengirola, parece que funciona...- que ayer la puesta de largo atrajo a un sinfín de miradas. Entre ellas se encontraban las de Álex Mumbrú, la del antaño técnico de Bilbao Basket, Fotis Katsikaris, que estuvo acompañado por Katerina Katsikaris, Jaime Araluce, Aida de Fernando, Enrique Guzmán, Rocío Velasco, Ignacio Erice, Fátima Guzmán, Almudena Gandarias, María Marco, Isabel Gandarias, Esther Eguren, Aitor Larrazabal, Marian Alfageme, Lucía Isla, Cristina Fernández, Lucía Guimón o Nanette Rozas entre otros curiosos que se acercaron al encuentro, todos ellos con un punto de apuro. A las 22.00 jugaba el Athletic.

Entre los presentes destacaba la presencia del cónsul de Chipre, Philios Andreou. No solo por lo exótico del cargo (al menos podía parecer exótico para muchos de los presentes...) sino porque él era un ejemplo vivo de las bondades de la terapia, una suerte de hombre anuncio (dicho sea con el mayor de los respetos...) del Gastric Mind Band: lo había probado antes de que llegase a Euskadi y con éxito.

Testigos de todo lo vivido ayer también fueron Cristina Azaola, María Loles Gandarias, Carmen Martínez, Andrea Alonso, Cristrina Muñoz, María José Gutiérrez, Elena Rodríguez, Isabel Mendizabal y así hasta poblar las plantas altas de La Ola de gente interesada en esta terapia que llega a tierras vascas para conquistar a quienes, ya dije antes, no cesan en su empeño de adelgazar sin pasar hambre. Eso sería un milagro, es un decir. O el acabose.