Galdakao - Una moto clásica de gran cilindrada, la cabeza de un toro lidiado por El Cid en Vista Alegre o varias medallas provenientes, según sus propietarios, de la II Guerra Mundial son algunos de los elementos que tienen cabida en el negocio Trueke y Reformas de Galdakao.
Este peculiar proyecto concentra en un enorme local de 500 metros una cantidad casi inabarcable de material. Los promotores de esta iniciativa los venden a cambio de dinero o los intercambian por otros objetos, de ahí el nombre de esta propuesta empresarial en la que también colaboran con reformas y mudanzas llevándose lo que a quienes les contratan no les interesa.
El principal impulsor de este negocio es Miguel Cruz, que sintetiza con sencillez la máxima que llevó a impulsar este proyecto en plena época de crisis: “Antes de la crisis hubo un boom de la construcción y del consumo en general. La gente compró mucho durante algunos años. Ahora, la gente tiene muchas cosas, pero desde la llegada de la crisis tiene poco dinero. Y lo necesita. La idea del negocio nace de esa premisa, aquí compramos objetos que la gente no necesita a cambio de dinero o se la cambiamos por algo que sí necesita”.
En este negocio, que cuenta con media docena de trabajadores, admiten todo tipo de objetos e incluso se atrevieron a tratar de vender un pequeño barco. “No lo conseguimos, pero siempre lo intentamos. En algunos casos negociamos un porcentaje si se produce la venta, en el caso de esa moto, por ejemplo, si la vendemos nos quedamos con un 30%. Aquí tiene cabida todo tipo de material, desde carritos de niños o aparatos de gimnasio hasta la cabeza de ese toro que se ve ahí. La vendemos por 900 euros y debería valer bastante más. Lo mató Manuel Jesús, El Cid, en la Aste Nagusia de 2004 y nos la hizo llegar un empresario de la construcción”, indica.
En su local de dos plantas situado en la calle Ibaizabal de Galdakao también cuentan con material más común que, de hecho, tiene mejor salida en el mercado. “Las máquinas de gimnasio o las bicicletas se venden muy bien, sobre todo cuando se acerca el verano y llega la operación Bikini”, añade. El regateo está a la orden del día está a la orden del día en este negocio y, según explican los impulsores del mismo, las negociaciones pueden resultar extenuantes. “Muchas de las personas que vienen aquí se creen que las cosas que traen cuestan mucho más de lo que realmente pueden llegar a valer. Hay que tener mucha paciencia. En ocasiones, te plantean trueques o ventas que resultan totalmente inviables”, explica Eduardo, uno de los empleados.
Según dicen, son la única tienda de Bizkaia que ofrece la posibilidad del trueque, aunque la mayoría de los clientes prefieren comprar o vender directamente. Muchos de los clientes de este negocio son personas con problemas derivados de la crisis. De hecho, dentro de los servicios de reformas, una de las posibilidades que se ofrece es la de colaborar en la obra permitiendo la posibilidad de pagar parte de la misma a cambio de objetos. “Sabemos cuál es la realidad de mucha gente y lo que hacemos es ofrecer diferentes posibilidades. A veces las opciones que damos cuadran bien y otras veces no, pero somos una empresa abierta”, indica Cruz. Los trabajadores de la empresa incluso se desplazan a los domicilios de particulares para recoger los enseres.
El negocio también funciona a través de Internet y redes sociales. Uno de los últimos artículos que han promocionado son una alfombras persas “en perfecto estado”, aunque estos días también buscan salida para una réplica de Marijaia “de porcelana artesanal”. Ya lo advierten, en estos 500 metros cuadrados cabe de todo.